Uno que ya está entrado en
años, recuerda a los antiguos feriantes, buhoneros itinerantes de extensa
verborrea y capaces de convencerte de las más inverosímiles propuestas, siempre
con la idea de que cayeras en sus redes y acabaras comprando lo que ellos
vendían… y además la guinda, re regalaban un peine, o la torna que ellos
eligieran. Con el resultado de que el peine duraba dos días y lo que habías
comprado no mucho más.
Pues bien, los políticos
de hoy en día… y me cuesta encontrar excepciones, me recuerdan a esos antiguos
buhoneros, de extensa verborrea y capaces de venderte lo que ellos pretenden
con la torna de sus promesas.
Ocurre, que los buhoneros
de antaño basaban sus estrategias en la mera subsistencia y jugaban las cartas
de la ilusión contrastada con la ignorancia. Su juego no era del todo limpio,
pero necesario para sobrevivir en los tiempos duros…Mientras que los buhoneros
de la política, juegan sucio, escondiendo sus cartas, enredándonos con su
verborrea y promesas, sin llegar a ilusionar por supuesto, pero siempre
intentando jugar con nuestra ignorancia. Ellos, en realidad no mandan, son unos
mandados siguiendo el guión de oscuros intereses…solo hablan y hablan,
prometen, y te regalan el peine de la tentación para que piques y les votes. En
definitiva, ellos venden votos a base de engañifas y la mayoría de nosotros
caemos como inocentes en sus redes, comprando sus promesas…y al final,
lamentablemente, el peine dura dos días y lo que habías comprado en base a sus
promesas no mucho más… Mientras tanto el poder seguirá ahí oculto y usando sus
buhoneros para atraparnos en sus redes.
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