jueves, 30 de junio de 2016

Novela: "El foraster" Parte 23

Pedrafosca, segunda semana del mes de Diciembre, 2015

   ...Aquella mañana me desperté temprano, dejé que saliera el sol tras romper la niebla y me encaminé como casi siempre a comprar el periódico que todos los días depositaba una camioneta en el bar del pueblo. Con él debajo del brazo, continué caminando por las estrechas callejuelas con la intención de leerlo relajadamente en la terraza de mi casa, cuando me encontré casi de bruces con uno de mis vecinos…lo saludé como es costumbre pero esta vez sin detenerme, no tenía ganas de hablar con él, lo conocía de sobras… Me extrañó su actitud un tanto hosca al dirigirse a mí con unas palabras que enseguida detecté que no eran bienintencionadas.

    Que Roberto… ¿hurgando en la mierda?
    Perdona…
    Deja en paz al foraster… deja que se muera tranquilo y no le toques más los cojones.
    Perdona Eugeni… ¿a que se deben tus palabras?  las encuentro totalmente fuera de tono.
    No te hagas el longuis… todo el pueblo sabe lo que estáis haciendo esa concejala hyppie y tú.
    Y que es lo que estamos haciendo según tú y el pueblo.
    Pues lo que ya te he dicho, hurgar donde huele mal.
    ¿Y digo yo?… ¿acaso sabes tú de primera mano lo que estamos hurgando?
    No hace falta… es lo que a mí me han dicho.
    Ya… ¿y quien te lo ha dicho?... ¿si se puede saber?
     Esta en boca de todos…
    Claro… está en boca de todos, pero nadie sabe a ciencia cierta lo que estamos haciendo.
    Mira Roberto… este pueblo es muy viejo, aquí estamos los de siempre, es nuestro pueblo… aquí se sabe todo… y te voy a decir una cosa, no vamos a permitir que unos cuantos  forasteros lo estropeen.
    Pero… ¿que es lo que se puede estropear según tú…?
    Mira, deja las cosas como están… vale.

   Y Eugeni, haciéndose el airado, como si lo que supuestamente estábamos realizando con Lucía fuera con él, siguió su camino… Claro que haría bien en explicar quien es Eugeni… “culo y mierda” con algunas de las fuerzas vivas del pueblo, los considerados herederos del destino, los únicos, parece ser, con derecho divino de ser merecedores de vivir en el pueblo… y a los de fuera ni una “perrica” como decía mi abuelo…Claro que no deja de agradecerse que Eugeni haya hablado, por lo menos lo ha hecho, porque habría que ver las miradas, algunas de claro desdén, que de tanto en tanto me dirigen más de uno… lo que no acabo de entender es porqué a estas alturas tienen miedo a lo que Paco me pueda dejar que transcriba en ese artículo que aun está por ver si saldrá o no.
    A la primera oportunidad que tuve, busqué hablar con Lucía sobre el desaire del vecino. Ella estaba comprando en la panadería del pueblo cuando la vi.
Al salir de ahí, decidí acompañarla un trecho sin importarme que todos observaran que estábamos caminando juntos.

    Sabes Lucía… me acaba de pasar esta mañana una circunstancia harto curiosa, o desagradable de escuchar, no se como clasificarla… al tal Eugeni, parece ser que le han silbado a los oídos una serie de impertinencias sobre el trabajo que estoy realizando… y me pregunto cual será el alcance real del cuchicheo…
    No… si ya me parecía a mí que algo se cuece en el pueblo… y creo saber la razón…
    No te acabo de entender Lucía…
    Verás, cometí la torpeza de dejar tu escrito en el ordenador del ayuntamiento, estoy segura que alguien lo leyó… lo que no me explico es la enjundia que pueda haber generado ese contenido porque nada malo de nadie se explica ahí.
    Cierto…
    A no ser… que se haya filtrado el hecho de que el escrito no está acabado y que es posible que falte añadir algo…
    Y eso, ¿como es posible que haya calado entre la gente…?
    No se si calificarlo de impericia mía Roberto, pero yo he llegado a comentarlo en una de las reuniones del ayuntamiento mientras preparábamos el pleno de este mes.
    Ya, y eso ha generado una serie de suposiciones, claro.
    Pudiera ser…
    No tendrá que ver con esos datos que incluía sobre la experiencia de Paco en la Guerra Civil y la forma en que él ayudó a los fugitivos en el monte… si es así no lo acabo de entender, esas historias fueron muy normales que ocurrieran en esa época.
    Normales o no, suponen una clara inclinación en la voluntad de Paco, y por supuesto que eso da pie a muchas especulaciones sobre lo que él sabe y nosotros pudiéramos relatar…

   Al doblar una esquina, me despedí de ella y cada cual siguió su propio camino… Lo que me temía, ya no es que pudiera ser que hubiera entrado en un terreno resbaladizo, es que me había metido de lleno en él. Justo cuando se despiertan las malas conciencias, es cuando se hacen más peligrosas las relaciones. En fin… es lo que hay y no lo vamos a cambiar, como tampoco voy a cambiar ni un ápice la historia, la verdadera historia de Paco si el me autoriza a publicarla...



        

miércoles, 29 de junio de 2016

Novela: "El Foraster" Parte 22

Batea, provincia de Tarragona, a mediados del mes de Diciembre, 2015

    ...Estoy sentado junto a una amplia mesa, de lo que podría ser la sala de juntas del ayuntamiento de Batea, esperando que una funcionaria llegue con los documentos que hemos de inspeccionar. Al rato aparece ella, junto a dos compañeros portando sendas cajas y las colocan con cuidado sobre la mesa. Las abren y allí dentro aparecen infinidad de fichas en forma de tiras de papel de unos quince centímetros de largo por tres de ancho. Están grapadas en un extremo por grupos de 15 o veinte fichas y sujetadas en el centro por una goma elástica. Tomo con suavidad un grupo de fichas y leo en la que está de cara, impresa en máquina de escribir: Egido Rodríguez, Francisco,  Regt. Infª S.Marcial 22 Div. 4ª de Navarra  Batllón 16. …. Los papeles como es lógico ya están bastante amarillentos por el paso del tiempo, pero no por eso dejan de estar muy bien conservados y se leen con claridad. Pero la labor de inspección va a ser ingente.
   Les digo a mis acompañantes, que no se molesten y que no se preocupen, tengo todo el tiempo del mundo para revisarlas, y sobre todo obraré con mucho cuidado para no estropearlas. Me indican que lo entienden y que una funcionaria puede ayudarme en la labor sin límite de tiempo. Así que nos organizamos ella y yo. Cada uno coge una caja y empezamos la selección. Con paciencia y sumo cuidado tomo un grupo de fichas, las leo una a una y cuando acabo las dejo ordenadas sobre la mesa...  así  grupo de fichas tras grupo de fichas, durante una, dos hasta cinco horas, la labor resulta muy exhaustiva pues como es normal nada bueno sucede a las primeras de cambio y los papelitos de afiliación son cantidad. Decidimos parar e ir a comer cuando todavía nos falta la mitad del trabajo… Me indican que el ayuntamiento está cerrado por la tarde, así que abandonamos todo el material tal como está y lo dejamos allí hasta el día siguiente.
    Temprano, me dirijo al ayuntamiento y espero a que abran sus puertas. Me recibe mi compañera de trabajo y ambos nos encaminamos a la sala a seguir con la inspección… Ya en pleno ajetreo, observo por las indicaciones de las fichas, que prácticamente todas ellas pertenecen al bando nacional lo cual me da vagas esperanzas de encontrar lo que busco… se lo comento a mi acompañante y ella me dice que no me preocupe, que también hay fichas de republicanos pero que son en menor cantidad y están mezcladas, así que seguimos con la labor. Mireia, que a sí se llama, mujer de mediana edad, corta estatura y simpática de expresión, decide soltarse y tras hablar mientras trabajábamos de cosas intrascendentes, me pregunta de forma directa por la razón que me ha llevado a buscar en las fichas, máxime cuando mi acento francés me delata sobre un origen que no es español:

    ¿Es acaso usted historiador?...
    No… no lo soy…
    Perdone si mi pregunta es impertinente…usted está buscando un solo nombre y unos apellidos… ¿Cuál es la razón?
    Soy periodista… aunque ya en el retiro.
    Ah… está usted retirado… pero no ha contestado a mi pregunta.
    Oh sí, perdone usted… es un doble trabajo, digamos que no deja de ser un trabajo periodístico, pero en el cual existe una implicación muy personal.
    Ya…no quisiera ser indiscreta…
    No, en absoluto lo es… no es ningún secreto. Mi condición de periodista me está ayudando mucho en lo que busco, tengo contactos y llevo tiempo trabajando sobre estos temas… pero si le digo que en definitiva estoy buscando el nombre de mi tío, creo que lo entenderá. Mi segundo apellido es Molina.
    Entonces… entiendo que su madre era española…
    No era, lo es.
    Válgame Dios… tiene que ser muy mayor…
    Lo es…
    Y… ¿Qué le lleva a pensar que el nombre de su tío pueda aparecer  en estas fichas?
    Una foto que en su día realizó un fotógrafo americano Robert Capa en Aitona, en ella aparecía mi tío… desapareció tras la contienda, lo que da a entender que pudo morir junto a toda esta gente que estamos inspeccionando…nos dejamos llevar por una corazonada ante la evidencia que muchos de estos caídos estuvieron en el mismo frente.
    Que interesante…
    Bueno… estamos al final del camino… todo sea por la voluntad de mi madre, ella quiere reunir a toda su familia antes de morir, ya hemos conseguido encontrar los restos de su padre, solo falta su hermano.
    Su madre tiene que ser una mujer de muchos reaños…
    Lo es…
    Está claro que no ha podido olvidar… si ella está en Francia, lo tuvo que pasar muy mal antes de llegar allí.
    Si…pero ha sobrevivido… y yo soy la muestra de que lo ha conseguido.
    Sin duda, usted es merecedor de la madre que tiene…
    Gracias por su cumplido…

   Toda esta conversación se estaba realizando, mientras leíamos los papelitos y con la mirada fija en ellos, de tanto en tanto se producía una ligera relajación que aprovechábamos para hablar con más intensidad, lo cual era de agradecer pues el trabajo era súper aburrido… y mientras estábamos tocando otro tema de naturaleza intranscendente de repente Mireia, como si estuviera anunciando el premio gordo de la lotería, alzó la voz en un grito…

    ¡Ya está… Vicente…Vicente Molina Gallen!...¡ Lo tenemos… lo tenemos!

   Se levantó rauda para enseñármelo… y al leerlo no pude por menos que embargarme de una extraña emoción: “Columna Calderón, 23ª brigada mixta, número 476”… sin ninguna clase de duda, era él… Mireia se regocijaba mientras yo ladeaba la cabeza y respiraba hondo… por fin —pensaba— ahora ya podremos descansar. Fotografié la ficha, tuvieron la idea de fotocopiarla además… luego dejamos todo en su sitio tal cual estaba y tras agradecer a Mireia y al personal del ayuntamiento su colaboración, me dirigí con la nueva a mostrársela a mi madre… Mi tío había muerto en la batalla, ese papelito lo certificaba, pero no dejaba de ser un flaco consuelo, nunca aparecerían sus restos ahora mezclados con infinidad de huesos en las criptas de la Basílica del Valle de los Caídos, así  lo determinaba el destino de todos esos cadáveres en su día aparecidos en enormes fosas y que luego fueron trasladados a ese lugar… Nunca sabremos como murió, si alguien lo acogió en su agonía, si sufrió o fue instantáneo su final. Solo ahora entendemos que la incógnita de su desaparición se ha resuelto por fin...


martes, 28 de junio de 2016

Novela: "El foraster" Parte 21


Pedrafosca, a principios mes de Diciembre, 2015

   ...Tengo en mis manos la placa y la cartilla militar que aún conserva Paco en su poder perteneciente a sus días en la Guerra Civil, y que ha permanecido fielmente guardada en una pequeña caja metálica durante infinidad de tiempo. No veo nada extraño en ello tras la historia que ya me ha contado… él realiza un gesto ladeando suavemente la cabeza y me dice con voz entrecortada:

    No entiendes nada…
    ¿Qué es lo que tengo que entender Paco?
    No entiendes nada… nada…

     Se muestra lúcido y embargado por una extraña serenidad, habla muy pausadamente como si quisiera ahorrar todas las energías posibles para contarme algo que todavía yo no se. Guarda silencio, un silencio hondo reflejo de algún misterio por desvelar… me encuentro intrigado por el tono de sus últimas frases y decido preguntarle:

    Paco… no quiero cansarte, pero sí, estás en lo cierto, no entiendo. Se que algo me quieres decir pero no te sueltas…no entiendo porqué te consideras un miserable… lo que si alcanzo a entender es el porqué de tanta inquina con cierta clase de gente y porqué te lamentas de haber permanecido en este agujero, cuando siempre se es libre de salir por designio de la propia voluntad…
    Por eso precisamente soy un miserable Roberto… encerrado en mi mismo, atormentado por mi pasado, refugiado es este agujero por miedo a salir… y aguantando a esa clase de gente que me recuerdan, siempre me han recordado a los ganadores.
    ¿Por qué Paco te consideras un perdedor?
    Estoy marcado Roberto… esa maldita guerra me marcó para siempre… no he conseguido quitarme el estigma después de tantos años…
    ¿Por qué Paco, por qué?
    Yo era un adolescente… fusilaron a mi padre, luego murió mi madre y desapareció mi hermana luchando en alguno de esos frentes… jamás me he preocupado por ella… solo he escapado, escapado sin más… mis tíos también murieron, unos fusilados, otros en la lucha… mis primos…toda mi familia destruida… algunos huidos a Francia y desde allí quien sabe a donde fueron a parar, si a un campo de concentración…si murieron o sobrevivieron… y yo aquí, en este agujero…todo porque éramos fieles republicanos, solo por eso… y esos malditos rebeldes lo rompieron todo… como no iba a luchar yo… como iba a quedarme quieto… y un muchacho de quince años… tu crees que está preparado para ver tanta muerte…tanta destrucción… 

   Paco dejó de hablar por un momento…pero estaba claro que quería continuar… me pidió que le alcanzara el agua, respiró hondo y oí como le crujían los pulmones, alcanzó el sosiego necesario y siguió con la plática…

    … infiltrado en la posguerra… viví el acoso y derribo de los perdedores en el monte… la gente del Far no preguntaba y pagaron un precio alto por ello, la gente noble del pueblo ayudaba a sus vecinos y los indecentes chivaban a la Guardia Civil a la vez que se aprovechaban de la situación… yo debí haberme quedado con ellos en el monte, morir con ellos en vez de refugiarme en mi secreto… se que en aquellos tiempos nadie sospechó de mí, lo hice bien, muy bien… pero viví el proceso de cómo crecieron esas cuatro fortunas a cambio de la miseria y el fatal destino de los demás…luego sus descendientes siguieron… nadie tuvo la nobleza de devolver lo que no era suyo… nadie quiso dejar las cosas como estaban en un principio… y son esos los que se creen pueblo, los que formalizan su caciquismo y no se abren al exterior… para ellos todo está bien… son tan miserables como yo…

   Noté como Paco se sumía en algo que podría calificar como una extraña tristeza… es como si de repente se hubieran despertado todos sus fantasmas y no pudiera anularlos, destruirlos antes de acabar sus días en esta tierra… pero no acababa de entender todavía porqué se consideraba tan miserable…
    Lo que no entiendo Paco… es porqué tanta insistencia en que eres un miserable… creo, creo que nadie piensa eso de ti… cierto que me has contado cosas que nadie en este pueblo sabe, pero los que saben de ti te respetan… cierto que no te llevas bien con cierta clase de gente y ahora lo entiendo… cuando alguien sabe lo que otro sabe y no le gusta que se sepa…siempre existe ese recelo que se disimula con falsedad… eso lo se y lo sabe todo hijo de vecino… pero que de malo se puede saber de ti… que de malo Paco…
    Yo se de ellos… pero en ese sentido… nada ellos saben de mi.
    Bien… ¿que es lo que ellos y yo no sabemos de ti?... estoy dispuesto a escucharlo…

   Justo al pronunciar esas palabras Paco se vino abajo… empezó a toser y a jadear…Mercedes que estaba afuera percibió que algo no iba como debiera y entró rauda, me pidió que saliera con educación, haciéndome ver que ya estaba bien que lo dejara…Vi como Paco parecía asentir con la mirada, estaba cansado, muy cansado. Salí de la casa sin conseguir desvelar que era lo que tanto le inquietaba y rogué al cielo que esperara la parca un poco más, sobre todo por su  bien. Se que Paco necesita descargar algo de su nido de emociones antes de que se produzca tan certera visita.
   Ese mismo día aproveché para ir a visitar a Lucía al ayuntamiento… ella ya tenía todo preparado para formalizar el artículo en la página Web, pero como le pedí que no lo hiciera ya que a Paco no le había gustado el tono del escrito, el tema seguía aún en el candelero. Paco pretendía más realismo y claro, eso era un riesgo pues despertar las miserias de un Pueblo puede ser conflictivo, cuando lo que se está intentando es que las cosas cambien pese a las dificultades. Lucia quiso indagar algo más sobre la razón que había inspirado esa demora.

    ¿Por qué no puede salir ya el escrito?… ya te dije que a mí me parece muy correcto.
    Porque no concuerda con la voluntad de Paco… hemos de llegar antes a un concierto con él y filtrar algún contenido que le convenza… algo intermedio aunque eso moleste a algunas de las fuerzas vivas del pueblo.
    Hemos de ir con cuidado, no está el horno para bollos, ahora que parece que todo puede cambiar… poco a poco Roberto, poco a poco…
    Entiendo lo que me quieres transmitir, como entiendo a Paco… y no sabes como lo comprendo… estoy dispuesto a dejar todo esto y destruir el escrito si él no está conforme, sobre todo en el estado en que se encuentra…
    Sí… ya se por Gabriel que su estado de salud es muy delicado…
    Tan delicado que nos puede dejar de un momento a otro… jamás traicionaría la voluntad de un moribundo.
    Estoy contigo Roberto… pero entiende que según como se enfoque el relato, pueden despertarse aquí situaciones que no desearía.
    Tengo mis dudas Lucía, la verdad tiene que salir a flote algún día cueste lo que cueste…lo que sé, lo que más de uno sabe aquí en el pueblo no puede quedar siempre en el olvido, es bueno recordar y permitir que salga a la luz la memoria.
    Me preocupan tus palabras Roberto.
    Entiendo que te preocupen, y más te preocuparás cuando veas el escrito que pienso recomponer... aunque de momento vamos a esperar.
    De acuerdo… cuando lo tengas listo decidiremos.

    Lucía sentada frente al ordenador y yo a su lado, volvimos a contemplar sin leer la imagen de ese primer escrito… quedamos en actitud reflexiva, guardando silencio. Estaba dispuesto a levantarme y retirarme, cuando ella se pronunció.

    Sabes Roberto creo entenderte… toda mi familia que yo sepa son de derechas, en el sentido de que son tradicionalistas y reconozco que estando en su derecho votan a quien votan… quiero decir que no he visto jamás reflejado el estigma de una guerra que afectó a miles y miles de familias, nadie de nosotros fue perseguido en su momento… vamos, que es como si esa Guerra Civil nunca hubiera existido para los miembros de mi familia. Yo crecí en esa normalidad, sin enterarme de nada, cierto que podría ser tu hija por la edad, soy integrante de otra generación… entiendo que a medida que pasan las generaciones se diluye el pasado… pero ya ves, ahora soy quien soy, y una de las principales razones es porque desarrollé mis propias convicciones por mí misma y no por designio de los demás, vamos que he salido a la contra de mi familia en ideas… y no pasa nada, todos estamos en el derecho de pensar como queramos, siempre que respetemos lo que los otros piensan… pero ahora tengo en mente a Paco, ya ves que el no tiene familia, ¿pero si la tuviera?... tendría hijos de tu edad y estoy seguro que te hubiera transmitido su drama, las injusticias que se cometieron… y tu posiblemente lo hubieras transmitido a tus hijos… no, la historia, nuestra historia no está cerrada mientras no se restañen los efectos de esa guerra… no sirve de nada que pase el tiempo, el problema, la división está ahí… y no te extrañe que de no reaccionar, el País siempre estará segmentado… en fin, es una reflexión mía… solo mía.
    Tienes razón Lucía… toda la razón. También mi familia era tradicionalista, solo mi madre cuando aún estaba viva me contaba historias de la guerra, de que su padre estuvo encarcelado por los milicianos por no pensar como ellos, que fusilaron a un tío suyo cura… y lo cierto es que lo contaba con mucha animosidad hacia el lado republicano… pero la verdad es que de vivir tan impregnado de aspectos beatos y nacionalistas, como por ejemplo obligarme de chico a ir a misa, comprar bulas al cura para comer carne en semana santa o las canciones patrióticas en clase… y sobre todo comprobar por mi mismo que no todo era tan bonito… pues porqué no decirlo, también he salido a la contra de las ideas que recibí en mi educación.
    Somos rebeldes pues…
    Si… y a veces, posiciones como las nuestras nos obligan a bailar con lo más feo.
    Bailemos pues… pero sin confrontaciones, pensando en conciliar sobre todo.
    Esa es tu posición Lucía y la respeto… pero ellos y sabes a quien me refiero… ¿piensan como tú?
    Por supuesto que no… pero poco a poco Roberto, poco a poco… nada se consigue en una hora… todo puede cambiar...


lunes, 27 de junio de 2016

Meditaciones: "Si todo te da igual..."

   Hoy me siento triste…pero lo debo aceptar. Es la democracia, dicen que es el menor de los males… Me siento triste de vivir en un País para nada valiente y si muy timorato en su mitad. Un País que no es capaz de castigar con su voto a la impunidad, al escándalo de la corrupción, y que en cambio prefiere la comodidad que da esa falsa seguridad que tan bien nos saben vender. Un País que se inclina sin inmutarse ante el escándalo y que parece gozar de él. No entiendo el regocijo de algunos ante una victoria que solo es parcial…pero lo debo aceptar, es la democracia… Menos mal que el camino es largo y siempre existe  ese resquicio de luz que da la esperanza, algo que nunca nada ni nadie podrá anular… La dignidad, es algo que hemos de procurar proteger para no perderla en ese largo caminar que es la Historia de un País... Pero que esa tristeza que algunos podamos tener, no nos borre la sonrisa, porque cada vez que lo hacemos, se ilumina la esperanza.



Novela: "El foraster" Parte 20

Batea, provincia de Tarragona, a mediados del mes de Diciembre, 2015

   ...Ya nos hemos instalado de nuevo en Toulouse… Estamos satisfechos por la forma en que se ha podido rescatar los restos de mi abuelo, por fin. El que todo haya salido bien, no se si achacarlo a la suerte de que los cambios de gobiernos municipales en España nos hayan favorecido, o a la pertinaz voluntad de sobre todo mi madre…Por cierto, ella no ha cambiado ni un ápice su talante, nada de relajaciones, debemos o mejor dicho, debo seguir como un paladín de su voluntad con las gestiones que den fin a este largo proceso. Debo conseguir esas listas y confirmar que los restos de mi tío casi con toda seguridad figuran junto a un montón de huesos en las criptas del Valle de los Caídos. Solo espero que la suerte nos siga acompañando.
   Pero antes, quizás debiera explicar porqué tenemos casi la certeza de que mi tío falleciera junto a miles de españoles de ambos bandos en la batalla del Segre… La clave está en la maleta mexicana descubierta no hace mucho y oculta durante más de setenta años. Es una historia rocambolesca que afectó a tres grandes fotógrafos de su tiempo: Robert Capa, David Seymour alias Chim, y Gerda Tardo novia de Capa y que perdió la vida en accidente arrollada por un tanque republicano. Los tres apoyaron con su trabajo a la república. Al acabar la Guerra Civil, a muchas de sus fotografías realizadas en la contienda se les perdió la pista. Se cuenta que Capa llevó los negativos consigo para seguir su trabajo en la II Guerra Mundial. Cuando los alemanes invadieron Francia, tuvo que huir precipitadamente a EE UU, los negativos acabaron en las manos de un amigo suyo, que a la vez los depositó en una oficina diplomática de México en Francia. Desde allí emprendieron viaje al país sudamericano de la mano del embajador de México en Francia el general  Francisco Aguilar González. Al morir el general, sus herederos entregaron a Benjamín Tarver, un mexicano al que le gustaba la fotografía las tres cajas cargadas de negativos, él las guardó en un armario dentro de una bolsa de plástico sin reparar demasiado en su importancia.
   Pasaron los años, hasta que en 1995 a Tarver se le encendió la luz al ver una muestra de fotografía en la ciudad de México y relacionar lo que vio con  los negativos que guardaba. Tarver quiso ser legal y se puso en contacto con la familia de Capa, concretamente con su hermano Cornell, fundador del International Center of Photography de Nueva York. Fueron diez años de encuentros y desencuentros hasta por fin ponerse de acuerdo a través de la mediación de una cineasta británica afincada en México Trisha Ziff y del escritor mexicano Juan Villoro. De esta forma los negativos volaron a Estados unidos en el año 2008.
   Entre Tarver, el hermano de Capa y el Instituto de fotografía de Nueva York, tuvieron que llegar a un pacto legal, ante la duda de que el General Aguilar González hubiera robado las fotos. Todo se saldó con la liberación de los negativos y los derechos a Tarver para realizar una película que acabó rodando Ziff con el título de  La Maleta Mexicana, en el año 2011. Así fue como llegaron las exposiciones de las fotografías en Estados Unidos, España, México y en Francia, donde  mi madre se llevó la mayor sorpresa de su vida.
   Sabedores de lo que contenía esa exposición, no dudé en acompañar a mi madre a verla. Allí descubrimos una selección de fotografías obtenidas por Robert Capa en la Guerra Civil Española, y fue en una de ellas, realizada a unos milicianos en actitud de descanso en la línea del frente de Serós, según relataba el pié de la foto, cuando a mi madre le dio un vuelco el corazón como se suele decir… —ese, ese el del extremo, es mi hermano—.  Durante todos esos años, ante la falta de noticias y tras infructuosas búsquedas en infinidad de archivos, habíamos dado por desaparecido a mi tío. Solo sabíamos que se alistó o lo alistaron en la quinta del biberón y marchó hacia el frente del Ebro mientras mi madre tras la fallida ofensiva de Aragón andaba en retirada. Suponíamos que había muerto allí y desconocíamos que hubiera sobrevivido para continuar batallando en el frente del Segre según la constancia de esa foto. Mi madre solicitó una copia que guarda en su casa con sumo celo… dice que cada vez que la mira, está todavía más segura que ese es su hermano. Tras esa foto se pierde la pista, nada hemos encontrado, ninguna referencia que nos indicara que el muriera allí. Pero ante el ingente número de bajas y el desorden y descontrol con que se colocaron en fosas los cadáveres, y por el hecho que los muertos republicanos, en retirada su ejército, poco menos que fueron considerados como chusma, casi damos por finiquitada la búsqueda, hasta que el artículo reciente del periódico indicando que habían aparecido nuevas listas alertaron nuestras esperanzas de localizar su nombre.
    Así que toca ponerme en contacto con la historiadora española que ha conseguido encontrar esas listas… Una semana después la localizo en Madrid y ella amablemente, tras contarle nuestra historia, me facilita los datos necesarios para  llegar a todos esos archivos… Por ejemplo, en Batea, provincia de Tarragona se encuentran las fichas en forma de papelitos donde figuran la filiación de soldados, encontradas dentro de botellas enterradas con los muertos, pero antes de ir allí quiero trasladarme a diferentes ayuntamientos como el caso de Horta de San Juan, también en la misma provincia, donde en sus archivos locales se pueden localizar diferentes listas relacionadas con lo que estamos buscando.
    Me traslado a los pocos días hasta la provincia de Tarragona, antes me documento de que partido ha salido elegido en las recientes elecciones municipales, el dato a juzgar por nuestra experiencia en Castellón no deja de ser interesante y puede facilitar mucho las cosas. En el caso de Horta de San Joan la alcaldía está formada por integrantes de un partido regionalista, CIU, se entonces que no debo de tener problemas. Consigo hablar con la regidora de cultura, le cuento el caso tras darle la referencia de la historiadora y ella amablemente accede  a enseñarme todos los documentos. Son listas con los nombres de los soldados exhumados e innumerables certificados individuales, que en su momento debían de ser enviados a las familias para informarles del lugar de inhumación en las criptas de la basílica del Valle de los Caídos, y que según me cuentan, raramente llegaron a su destino.

    Con paciencia, sin prisas, paso dos días enteros repasando uno a uno los documentos con resultado infructuoso… lo mismo me sucede en tres ayuntamientos más sitos en la misma provincia… ya solo me queda ir a Batea que he dejado expresamente para el final con la intención de repasar esos papelitos de filiación que fueron encontrados dentro de unas botellas. Allí recibo una colaboración exquisita, los miembros de la Unió per la Terra Alta, Candidatura de progrés que gobiernan el ayuntamiento, no solo me facilitan los documentos sino que acceden a ayudarme a leerlos en busca de un nombre: Vicente Molina Gallen...


domingo, 26 de junio de 2016

Poema: "Lo que el Mundo necesita es..."

   Lo que el Mundo necesita es amor
pero… seguirá el dolor
hasta que no entendamos
…que es el amor.
   Mientras tanto, el que lo entienda
que haga de su sonrisa una siembra
para que florezca la ternura
desde una mano tendida
desde un gesto sin armadura.
   Solo así se mantendrá viva la llama
que da calor a la empatía…
y anula el odio y la mentira.
   Solo así su luz dará un resquicio
para que persista la esperanza
de ese futuro que añoran
todos aquellos… que aman.


Novela: "El foraster" Parte 19

Pedrafosca, a principios de Diciembre, 2015

   ...Paco no se recupera, su estado de salud cada vez es más delicado. El doctor Gabriel, ha decidido que lo mejor es no trasladarlo al hospital y aceptar su voluntad. Ha conseguido un equipo de oxigeno para facilitarle la respiración, poca cosa más puede hacer… He hablado con Lucía la concejala sobre el artículo que debemos poner en la WEB del ayuntamiento, concerniente a la historia de Paco y ha quedado muy sorprendida por el hecho de no conocer en absoluto sus andanzas en la guerra civil, nadie sabía de esa circunstancia. La foto de él con su amigo Vicenç y los milicianos le pareció muy interesante como complemento de la publicación. La relación de Paco con Azucena y la lamentable pérdida de ella y el hijo que llevaba dentro, también era algo singular y desconocido por todos… Piensa al igual que yo, que en el artículo debemos armonizar su pasado en la guerra y todo lo que posteriormente vivió en el pueblo, es justo lo que ella estaba buscando… Claro que falta lo más primordial, que Paco conozca el escrito y lo acepte, se que confía en mí pero es de recibo que lo sepa, solo espero que su estado de salud no empeore más y pueda tener la oportunidad de sentirse satisfecho al leer o escuchar  mi redacción.
    Tengo todos los datos, solo falta componer el artículo de forma lo mas sintética posible sin obviar ningún aspecto interesente de su historia, tanto en el sentido más humano como en su relación con el pueblo… No es algo fácil de realizar, Paco y creo que ocurre con la mayoría de las personas, esconde o ha escondido aspectos muy íntimos, que cuando se abren al exterior nos sorprenden. Los seres humanos somos mucho más de lo que parecemos… pensamos, sentimos, sufrimos, nos alegramos y a base de un compendio de todas esas sensaciones obramos a través de los años nuestra historia personal… No se si podré resumir su vida en unas pocas líneas, pero es un reto la mar de interesante.
   Ya está, concluida la labor. He repasado el escrito quien sabe si docenas de veces, corregido comas, suprimido frases de contenido repetido, en fin lo que se supone debe de hacer un escritor aceptable. Lo he realizado quizás de forma un tanto novelesca, iniciando el relato justo cuando Paco huyendo de la guerra llega a la masía del Far donde lo aceptan sin pedirle demasiadas explicaciones, los tiempos eran duros y peligrosos y él solo un muchacho desprotegido. Continúo con sus andanzas en la posguerra mientras ayudaba en el monte a los huidos y perseguidos, a los perdedores de la guerra y es aquí cuando abro un inciso para explicar la razón, él combatió formando parte de la quinta de biberón en el bando republicano, y para muestra la foto tomada por el fotógrafo americano en donde aparece él junto a otros milicianos y su amigo Vicenç. El resto no es más que su relación con el pueblo, la fábrica, sus trabajos, algunas de sus ideas reflejando la nobleza que siempre ha poseído, a la vez que realizo un repaso histórico de la forma en que se vivía entonces y como se ganaban las habichuelas los habitantes de Pedrafosca. He obviado por parecerme un drama personal su relación con Azucena y por supuesto no he entrado al trapo de toda la animadversión que él pudiera tener con ciertos habitantes del pueblo por sus inquietantes procederes, me pareció que era mejor quitar hierro y dulcificar en todo lo posible el relato.
   Con el pliego listo y bien guardado en un pendrive me dirijo al ayuntamiento para enseñárselo a Lucía. Lo colocamos en uno de los ordenadores y ella lo lee con atención. No es muy extenso como corresponde al medio que debe ir dirigido. Al final, no duda ni un instante en darme la aprobación, le gusta y está dispuesto a publicarlo inmediatamente… pero la freno, pues le digo que Paco todavía no lo ha visto y aunque el me ha permitido que escribiera sobre su actuación en la guerra, es de recibo que lo lea o lo escuche primero. “Claro, claro” —dice Lucía— “es como debe de ser”.
   Solo falta pues hablar con Paco quien sigue debatiéndose con su enfermedad. Según me explica el doctor Gabriel apenas tiene fiebre, aunque el proceso está estancado, no va a mejor ni va a peor. Por fortuna no se ha derrumbado y hace esfuerzos por comer, aún quiere vivir. Me encuentro con Mercedes y le pregunto, ella me confirma las palabras del doctor, digamos que está estable y lúcido, creo por lo tanto que puedo enseñarle mi escrito… Me comenta su cuidadora que es a media mañana cuando se encuentra más animado, cuando por el ventanuco de la sala entra la luz del sol, es a esa hora cuando me dirijo a verle. Entro en su casa abierta como siempre y me acerco a su lecho.  
    Paco… ¿Cómo andamos?
    Jodido Roberto, muy jodido…vaya pregunta que me haces… ¿es que quieres quedar bien o que…?
    Bueno… eso forma parte del protocolo cuando se visita a un enfermo.
    ¡Que protocolo ni que leches!... entre tú y yo no debe haber disimulos, me estoy muriendo Roberto.
    Bueno… todos nos estamos muriendo poco a poco, lo que no sabemos cuando llega nuestra hora.
    Pues la mía no anda lejos…
    Paco, Paco… quien puede dictar ese designio… al salir de aquí, con el coche, por accidente o por lo que sea, puedo ser yo el primero en encontrarme con la parca, como tú dices…
    Chorradas Roberto…

   Justo después de esa frase Paco empieza a toser con esfuerzo, aprecio que está lúcido y aún le quedan reaños. Mercedes muy atenta, me hace un guiño como para decirme que cuide de no cansarlo a la vez que le alcanza agua a Paco, quien apenas se moja los labios… Es entonces cuando le explico que tengo el relato listo y si está dispuesto a leerlo. El me indica que sí, que adelante. Se lo presento, hace un amago de leerlo pero se tira atrás, me pide que lo haga yo… El escucha con cara de “poker”  y con la mirada perdida, sin mostrar ninguna emoción, ni idea de lo que estará pensando… Al acabar de leer el relato silencio, no se pronuncia y sigue con la mirada perdida hacia la luz solar que entra por el ventanuco, luego realiza un gesto que yo interpreto  como irónico, me mira fijamente a los ojos y pronuncia en un tono apaciguado, sin alterarse:

    Vaya…vaya memez… plano, muy plano, si eso es un relato vas aviado como escritor.
    Como… ¿Qué me estás diciendo, que no te gusta?
    No… si por lo oído está muy bien escrito, no te digo que no, pero lo que estás reflejando para nada a mí me interesa…
    No te acabo de entender Paco…
    Tu crees que se puede hablar así de la Guerra… que combatí en la Guerra con la quinta del biberón y ya está… ¿donde está la pincelada del drama que vivimos?... ¿donde?
     No creo que ese sea el tema Paco…
    Y del Pueblo, ¿Qué me cuentas sobre el pueblo?... todo muy bonito, parcelado… pero ni una pincelada de sus miserias, nada de nada…
    Pero Paco… ¿tú crees?
    Mira Roberto, no has entendido nada, nada… y te lo voy a explicar aunque eso me cueste el poco hálito que aun me queda de vida…
    Vale… explícamelo, pero te pido por favor que no te alteres…
    No… si para nada estoy alterado Roberto… escucha… En Serós, me llamaban “el chava”… allí cuando había un periodo de calma, en las trincheras, podíamos intercambiar palabras los dos bandos… y no solo eso… me decían: “Ve Chava, ve ahí enfrente, y a esos hijos de puta dales esta bota de vino y que te den los cigarrillos, tal como hemos quedado”… y yo iba, cruzaba la línea y realizaba el trueque… al día siguiente continuábamos destrozándonos a tiros o en asalto…¿Quién cojones nos mandó ir a la guerra?... claro que yo fui voluntario…dime… el porqué de tantas represiones, persecuciones y muertes después de la guerra…dime porqué mataron a mi padre siendo un buen hombre, porqué murió mi madre…porqué desapareció mi hermana…claro que ella era un poco cabra loca, siempre iba al lío, cabezota ella… porqué se destrozó mi familia y tantas y tantas familias… porqué aún nuestro País está dividido en dos… porqué no se han restañado aún las heridas de la Guerra… y han pasado tantos años…

   Paco hablaba con cadencia, con calma, no había rencor en sus palabras, solo interrogantes, muchos interrogantes… tras tomarse un respiro que yo respeté quiso continuar, Mercedes atenta a lo que Paco expresaba y en estado de vigilia aprovechó el momento de pausa para darle un poco de agua, Paco la sorbió y continuó hablando tranquilo, muy tranquilo…

    y el pueblo que me dices del pueblo…que yo siga siendo un foraster…”el foraster”…después de tantos años… tantos años…como es posible que aún siga aquí ese signo caciquil…de cerrazón…que unos pocos se crean los amos… y los demás en segunda línea…está bien que un pueblo quiera preservar su identidad a toda costa…pero el pueblo tiene que ser abierto y no cerrado… abierto con todos aquellos que quieran integrarse…si es que esos pocos que son gentuza solo pueden vivir gracias a los de afuera… sin ellos no serían nada… y sus miserables fortunas… de donde vienen… yo se bien de donde vienen y te lo voy a contar… ah si pudiéramos preguntar a sus ascendientes…¿donde se encuentra su dignidad? si es que la tienen…y que me dices… de los lameculos de esos que solo están en el lado que más calienta… que no tienen la suficiente personalidad para manifestar su propio criterio…y yo aquí…miserable de mí que no tuve el valor de escapar de este agujero…

   Y entonces Paco me contó como acabó la historia del Far, algo que más de uno en el pueblo debía de saber, y entendí el porqué de esa aversión de Paco hacia ciertas personas.

    Paco…entiendo todo lo que me dices… lo entiendo y me duele que aquello hubiera pasado… lo entiendo todo menos que tú te consideres un miserable…pero escucha, pese a todo tú siempre has sido respetado…
    De aquella manera… pero en todo caso que remedio les tocaba… es difícil atacar a quien se siente digno…claro que eso tiene el precio de la soledad…pero a mí eso nunca me ha importado…pero ya está bien… dejemos este rollo y…en cuanto al escrito…pues pon lo que te parezca…ya tienes toda la información… bueno casi toda…
    …¿casi toda?

   En ese momento… Paco hizo un gesto a Mercedes que solícita se acercó, entonces le dijo unas amables palabras casi al oído…

    Mercedes… haznos el favor de dejarnos solos… sí…

   Y Mercedes salió de la estancia… entonces Paco me miró fijamente, con los ojos abiertos, muy abiertos, como si por ellos se asomara su alma…

    Roberto… no nos engañemos, me estoy muriendo…me estás tratando como yo esperaría que lo hiciera un amigo… te considero ya como tal y te voy a pedir un favor…Mira… yo no tengo familia, ninguna familia… eso es así. Tengo un poco de dinero ahorrado en el banco y esta humilde y vieja casa, la que ha sido siempre mi casa desde que estoy en Muros…quiero…quiero que se formalice mi voluntad…esta casa es para Mercedes, ella lleva tiempo aquí y me consta que está integrada…se lo merece… siempre ha cuidado de mí y eso es de agradecer…en cuanto al dinero espero que haya suficiente para mi entierro… quiero…quiero ser incinerado, nada de nichos…nada de recuerdos…el foraster se va… es como si nunca hubiera existido…
    Paco… si esa es tu voluntad haré todo lo que esté en mi mano para respetarla…puedes confiar en mí.
    Otra cosa… ya que estamos…aquí no acaba todo…antes de que la parca me acoja debo de contarlo …

   Entonces paco me señaló el cajón de la pequeña cómoda, el mismo en el que apareció la foto de él y Vicenç con los milicianos… me indicó que buscara una caja metálica no muy grande y de color gris, La encontré y se la acerqué… la abrió y me enseñó una placa y un documento… yo no aprecié nada extraño, era una pequeña placa de aluminio antigua, de esas que se emplean para identificar a los soldados, con una numeración en el centro y otros signos numéricos en la periferia, y una cartilla  militar…me pidió que la abriera… allí indicaba un nombre: Francisco Vallejo solana…