Intento
dar con la clave del problema social que nos ocupa. Es realmente un hartazgo
leer o escuchar las noticias. El virus nos atenaza una gran parte del tiempo y
no nos da tregua. Claro que no todo el mundo lo vive de la misma manera. Una
importante parte de la sociedad no le tiene miedo al virus, mayormente gente
joven y no tan jóvenes. Ya sea envuelto en ideologías extrañas, o simplemente
consecuencia de su estado de salud y energía, no ven en ello una amenaza y a
muchos les “resbala” que existan muertos, inquietud y desvelo en la sociedad.
Se puede entender desde la perspectiva de que el problema no parece ser que
vaya con ellos.
Pero…
falta un matiz a considerar, esta gente debería de tener respeto, volver a
observar la situación y tener miramientos. Vale que no tengan miedo, pero sí
respeto a los muertos cercanos, a los familiares de los muertos, a los
sanitarios, al millón de largo de muertos en el mundo, a lo que supone una
pandemia que conlleva crisis de todo tipo.
No
importa de donde venga el virus, ni quien lo haya fabricado o que surgiera de
manera natural. El virus es un problema y si le perdemos el respeto le estamos
haciendo el juego a él y a sus consecuencias. Si no acaba la sociedad por
entender lo que es el respeto, tenemos un problema muy serio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario