Los cargos públicos, sean o no remunerados, están supuesta-mente al servicio de los ciudadanos y dependen del
voto de los mismos. Por esta misma razón, es fácil entender que no es una
profesión como tal, no puede serlo, pues al acabar la legislatura o el ciclo
correspondiente de poder, en caso de no salir elegidos tendrán que reintegrarse
a sus profesiones habituales.
Políticos, alcaldes, regidores, etc.,
cuando se perpetúan en el poder, salvando excepciones, como mínimo, da a pensar
en un principio oligárquico, o que temen perder alguna clase de privilegios.
Por esa misma razón es bueno la renovación, los cambios… nadie es indispensable
y siempre existe gente valiosa a la espera de poder cumplir con esta clase de
servicios públicos.
Perpetuarse en el poder da lugar a
fenómenos muy de boga hoy en día… y siempre estamos en lo mismo, si cambiar es
una utopía, entonces las sociedades seguirán caminando siempre por las mismas
sendas torcidas… Ya, ya lo sé… la vida es así, los seres humanos somos así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario