lunes, 16 de noviembre de 2015

RELATO de un Pueblo de Bien

   Rodeado de un bello entorno natural, existía un pequeño pueblo que como tal no difería de tantos otros. Poseía un ayuntamiento, una iglesia, una escuela y varios negocios. Sus habitantes variaban según la época del año… pudiera parecer mortecino en invierno o animado en verano, lo cual nos da una idea de que no eran muchos los que allí habitaban todo el año. Su alcalde, hombre de bien, tenía un pequeño conflicto interno, ni más ni menos que a quien favorecer, porque en ese pequeño pueblo existían tres clases de habitantes: los de toda la vida, gente arraigada allí durante generaciones, los veraneantes habituales a la cita en la mayoría de fines de semana y en vacaciones, y una nueva generación consistente en familias jóvenes, con hijos y que habían decidido vivir en el pueblo.

   Tal es así que el alcalde decidió consultar a un ermitaño, hombre sabio que habitaba en la montaña y que por ser totalmente independiente le aconsejaría bien…El consejo que recibió fue el siguiente: No separes, integra… recoge lo mejor de todos ellos, la experiencia de los naturales del lugar, el equilibrio que siempre te darán los segundos residentes y sobre todo la energía, el dinamismo de los jóvenes puesto que en ellos se encuentra el futuro de tu pueblo.

Cuanta la historia… que el alcalde le costó decidir pero lo hizo… y como lo que siguió fue una opción de futuro no os puedo contar cual fue su decisión.


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