Nunca creí en un Dios
justiciero, ni en el cielo ni en el infierno, ni en los paraísos consentidos.
Mas al contrario pienso que si la vida tiene un sentido, tiene que estar ligado
a la evolución de los sistemas solares y de los seres que los habitan. Mucho
más sencillo de entender puede ser la idea de que cada ser se presenta como
algo único y claramente diferenciado del resto. Esto no puede ser producto de
la casualidad. En algún lugar tendría que estar nuestro principio evolutivo
antes de nacer aquí en la
Tierra , y a algún lugar tendríamos que ir cuando nuestros
pies dejen de andar por estos lares.
Cierto
que esta idea no deja de ser una hipótesis, tan valiosa como el concepto de que
más allá solo existe la nada y que todo
es casual…Pero no me gustaría que me ocurriera como a un tal Honorio Cenizo,
que en cuando se enteró que su destino final sería morir, se olvidó de vivir.
Resumiendo,
entiendo que todavía estamos en “pañales” en cuanto a encontrar el verdadero
sentido de la existencia, el misterio nos rodea y solo la evolución nos ayudará
a entenderlo…Este galimatías, me inspiró para crear el siguiente poema:
Sentido tiene tu vida,
porque en ella estás...
y existes.
Sentido tiene tu muerte,
porque hacia ella vas
y existe.
Pero antes de hablar
de muerte,
encuentra en la vida
su sentido,
porque la vida llega,
por el Don de haber nacido.
Porque la muerte llega,
por el Don de haber vivido.
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