martes, 19 de septiembre de 2017

Meditaciones: "Cuando el sabio señala la luna..."

   La sabiduría puede quedar reflejada en una simple frase… así nacieron los proverbios, anónimos en su mayoría, fiel reflejo de que no hace falta ser una lumbrera para reconocer la realidad. Es el caso de un proverbio chino: “Cuando el sabio señala la luna, el obstinado mira al dedo”…

   Sin ánimo de ser peyorativo es justo lo que entiendo que está pasando en nuestro País, hoy por hoy llamado España. Los acontecimientos de esta época (Septiembre/Octubre/17) nos desvían de una realidad nada alentadora.

   Ninguna novedad si anotamos… que somos un país que con el 18% de paro, seguimos siendo segundos tras Grecia en este lamentable registro, dentro del marco de la Unión Europea.

   Nos olvidamos de la a todas luces interesada lentitud de la “justicia”, y de los innumerables casos de corrupción que afectan a importantes sectores, como pueden ser la política, empresas y banca del País… y que esto también ocurre en cualquier parcela de Poder, no importa la región donde esto suceda... dando la lamentable sensación, de que aquí no pasa nada.

   Nos olvidamos de que nuestra juventud, pasada la época primaria escolar, ni estudia ni trabaja…y que sigue encontrando enormes dificultades para entrar en el mercado laboral.

   Nos olvidamos que los jóvenes universitarios no ven claro el futuro y la gente más preparada de este país: científicos, licenciados etc. emigra en pos de poder ejercer sus conocimientos allí donde se los reconozcan.

   Nos olvidamos que nuestros derechos más elementales como la sanidad, educación, y el cuidado de los mayores, se va deteriorando poco a poco. Casi sin darnos cuenta acabaremos por sufrir serias consecuencias.

   Nos olvidamos que este bendito País, hoy por hoy llamado España, tiene un pasado que nos indica con claridad dos aspectos que entiendo son transcendentales: La primera, es que confluyen en su territorio, distintas costumbres, distintos idiomas, distintas maneras de ser, distintas circunstancias históricas que no pueden ser desconsideradas, y que la conformidad tiene que formar parte de la unión de voluntades y no de imposiciones…La segunda, y por mucho que les duela a algunos, es que desgraciadamente todavía no nos hemos sacudido de una vez por todas, la inquietante herencia del franquismo.

   La mayoría de nosotros solemos mirar al dedo mientras el sabio nos señala la luna… o lo que es lo mismo, somos un País que parece no importarle perder sus valores…y ha olvidado el sentido de la verdadera protesta... ya no sabemos mirar a la luna, y seguimos con la torpe obsesión de seguir con la vista, el dedo de los intereses creados por quien pretende gobernar nuestras libertades.  


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