lunes, 14 de octubre de 2019

Meditaciones: "Cuando las heridas no se cierran"


Intentaré expresarme a través del sentido común, que viene a ser el menos común de los sentidos. Siempre tendemos a posicionarnos en los extremos sin acceder a la empatía.
Este País nuestro no se aclara, a pesar de que nos congratulamos de tener una maravillosa democracia, tras haber realizado un excelso ejercicio de transición después de superar una dictadura militar, y lo dejamos ahí.

Nací en el año 1951 y tardé en entender lo que era una dictadura precisamente porqué fui educado en ella. Mis padres como otros muchos se trasladaron a Catalunya en busca de trabajo desde otra región del País y puedo aseverar desde mi más estricta experiencia personal que Catalunya me ha tratado siempre bien.

Otro punto de vista es entender si a Catalunya se la ha tratado correctamente. Tenía yo veinte años allá por el año 1971, cuando en plena calle alguien nos paró porque escuchó que mi amiga estaba pronunciándose en catalán. El impacto emocional fue tremendo: al “Habla en cristiano pendeja”, le sucedió un bofetón porque ella se molestó ante la ingerencia.

Siempre he sido muy curioso y me ha gustado hablar con todo el mundo sin distinciones. Un día una mujer de mi generación me habló de cómo a su padre por ser un empresario, le habían fusilado los milicianos durante la Guerra Civil, y de cómo en la cuneta de la carretera donde ocurrió el hecho figura hoy en día todavía un monolito, su padre descansa en el nicho de un cementerio. Otro día un hombre me habló de cómo su padre por ser maestro y afiliado al partido Socialista Obrero Español, fue fusilado en una cuneta y todavía están pendientes de localizar su cuerpo y enterrarlo dignamente.

Las heridas si no se cierran debidamente, corren el riesgo de seguir sangrando y hoy en día la política que podría solucionarlo está llena de “parlanchines”. Unos son nostálgicos del pasado, otros van de aquí para allá según donde va el viento, otros se dejan llevar olvidándose de lo que representan y los que están más a la izquierda no se aclaran y se dividen porque no se acuerdan de la frase supuestamente atribuida al emperador Julio Cesar “Divide et impera” (Divide y vencerás)… y desgraciadamente todo resulta ser una pantomima porque los que mandan no figuran entre el elenco político sino ocultos entre las sombras.

En definitiva los problemas están ahí y solo el diálogo y el sentido común los pueden solucionar…y si no se reconocen las heridas y se curan, raramente se cerrarán y seguirán sangrando por los días de los días.


No hay comentarios:

Publicar un comentario