Y que culpa tendré yo… Jugamos a las guerras con los otros niños para no
aburrirnos sin que corra la sangre… pero lo adultos se matan, ellos también nos
matan. Muchos de mis amigos del colegio ya no están, el colegio tampoco.
Vivimos hacinados en tiendas de campaña, todos estamos tristes y desolados,
aburridos, desesperados.
Mis padres huyeron de Guta, un
suburbio de Damasco en Agosto del 2013 tras un bombardeo de Gas Sarín… por
suerte estábamos alejados lo suficiente de las explosiones y apenas nos afectó…
pero vimos muchos cadáveres al día siguiente, parecían dormidos.
Nosotros los niños no entendemos porqué está pasando todo esto… Mis padres decidieron trasladarse a Daraya, no muy
lejos de Damasco, y la guerra continuaba…mucha gente con armamento entraba y
salía de las ruinas, oíamos continuas explosiones y disparos no muy lejos,
oíamos hablar de Rusos, rebeldes, tropas del gobierno…
Hemos estado tres años aislados,
comiendo muy poco, a veces mis padres hacían sopa de hierbas. Bebiendo muy poco,
no importaba que el agua estuviera sucia. Enfermando de miedo y muriendo lentamente.
Muchos de nosotros dejaron de sufrir de golpe… desde el cielo unos helicópteros
nos arrojaban barriles que al caer producían unas explosiones enormes que
destruían casas y vidas…
Logramos sobrevivir en el sótano de una casa abandonada porque la
nuestra fue derruida… así hasta que a principio del verano entraron unos
camiones con cajas de comida y pudimos comer algo bueno, por fin… En agosto de
este año, empezaron a llegar muchos camiones, ambulancias de la media luna
roja, autobuses verdes…decían que nos iban a sacar de este infierno,
que no tuviéramos miedo porque nada ya malo nos iba a pasar… Mis padres
hicieron bultos con todo lo que teníamos, ropa sobre todo y salimos junto a
otra mucha gente de ahí…
Ahora estamos aquí, en algún lugar, en un campo de refugiados muy
grande, viviendo en una tienda de campaña junto a muchísima gente que lo ha
perdido todo… No sabemos cuanto va a durar vivir así…está llegando el invierno
y tenemos frío… A veces pienso que esa gente que vive bien en otras partes del
mundo, no se acuerdan de nosotros…pero mis padres dicen que no me queje porque
ellos están junto a mí… Tenemos suerte porque solo he perdido a un hermano que
enfermó hace un año y murió, unos tíos míos murieron en un bombardeo, muchos
amigos y vecinos también… de otro de mis tíos solo sabemos que está en la
guerra…tenemos suerte, gracias a Alá