sábado, 10 de junio de 2017

Relato: "El cazador de esencias"


   En un Mundo duro y en ocasiones cruel, Pedro Noble nació con una extraña enfermedad…todo parecía afectarle porque sus sentidos estaban más despiertos de lo habitual. No tardaron en catalogarle como un ser extraño, incapaz de ser útil a ese tipo de sociedad. Lo arrinconaron, lo marginaron por no ser un tipo duro, incluso lo etiquetaron  por su actitud como un ser contrario a su sexo.

   Nadie parecía entender a Pedro Noble, de la misma manera que él no llegaba a entender del todo, el Mundo que le rodeaba. Sin embargo, sentía latir una extraña fuerza interior, pero era incapaz de exteriorizarla, fuerte por dentro, débil por fuera.

   Pedro Noble, observaba, siempre observaba, y una extraña actitud, quizás producto de su enfermedad,  hacía que se mostrara sumiso ante las tarascadas que siempre recibía. Jamás se alteraba, nunca proyectaba gestos ni palabras, solo interiorizaba todo lo que acontecía a su alrededor.

   Ocurrió, que un día, Pedro Noble ya no pudo más, su enfermedad empezó a dejarle una desagradable secuela llamada sufrimiento…entonces entendió que debía reaccionar y buscar ayuda.

   Como en su Mundo nadie parecía entenderle, viajó lejos, muy lejos en busca de esa ayuda, allá donde todo parecía ser diferente. Su fuerza interior provocó el estímulo suficiente para detectar quien pudiera ayudarle. Aquel ser que se encontraba allá arriba en la montaña alejado de todo, parecía no pertenecer a este Planeta y sin embargo vivía en él.

   Fue el primer ser humano capaz de detectarle la enfermedad, una enfermedad congénita llamada sensibilidad. Solo faltaba el remedio para poderla sobrellevar con gallardía en el Mundo donde Pedro Noble nació. La receta fue un tanto inusual…para eliminar todo signo de sufrimiento que podría degenerar en amargura, debería dedicarse a capturar esencias, cuantas más mejor.

   Y Pedro noble se convirtió en cazador de esencias, para lo cual ante todo debía manifestar interés por lo que le rodeaba, estar presente en todo momento, mantener cualidad en su vida para hacerla real y demostrarse a si mismo que tenía sentido su existencia.

   Así fue como Pedro Noble, consiguió sobrevivir en su Mundo, capturando un día una sonrisa, otro el perfume de una flor, el sabor de un fruto, otro la conversación amable con un vecino o un desconocido, capturando el valor del silencio, la armonía del arte, de la música, de los paisajes…


 Al ser un hábil cazador de esencias, generó una considerable capacidad de criterio, y el suficiente valor para manifestar abiertamente sus sentimientos. Aprendió Pedro Noble a aceptar la dureza y la insignificancia en su Mundo, pero jamás toleró la crueldad. 


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