Jose…
chiquilla,
te observo
y no paras quieta,
a ti…
quien te pilla.
Atenta
amable y diligente
te llevas
bien con la gente,
y si algo
me maravilla
con esa
gracia que conmueve,
son tus
pasos de ardilla,
tan
cortos, rápidos y activos
que no
necesitan, siquiera una silla.
Como las
horas del día
que vuelan
tras la alborada,
no dudo
que también descanses
en algún
lugar de tu morada.
Pero
mientras el sol reluzca
detrás de
esa mirada,
sigue
activa, y tan igual
…como una buena
camarada
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