Buscando encontrar la verdad,
grité…
¡¡Que alguien me escuche¡¡
por caridad…
Oí una voz y me asusté,
parecía venir en tono ufano
Pregunté…
¿Dónde está la verdad?
Y la voz restó notoriedad
a mi búsqueda en vano.
Y pregunté…
¿La verdad sale por la boca?
No…
¿La verdad se escucha?
No…
¿Se lee acaso la verdad?
No…
¿Podemos ver la verdad?
No…
Entonces…
¿Dónde encuentro la verdad?
Y la voz suavemente entonó:
La verdad es ciega,
La verdad es sorda,
La verdad es muda,
La verdad… es íntima.
Y la voz se fue…
ufana como vino… con su verdad
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