Para
quien sufre un problema de salud, que no es grave ni leve sino todo lo
contrario y cuyo tratamiento sea: “Observar y esperar” se presenta un cierto
problema de difícil solución…hasta que ocurre algo paradójico. La vida, nuestra
existencia suele ser una caja de sorpresas no siempre agradables, pero de todo
se aprende. Ante un problema, se puede bajar la guardia, aflojarse y dejarse
vencer, o bien todo lo contrario. Nada es imposible y mientras tengamos vigor
existe la esperanza. La paradoja consiste en sacarle jugo a los problemas y
entender que es hermoso observar como fluye la vida y no observarse tanto a uno mismo, que es
precioso el signo de esperar a que el propósito sea vencer a la enfermedad y
lograr todos los buenos objetivos que uno se plantee. La mente es poderosa y el
ánimo fundamental. Nuestro organismo sabe defenderse de los ataques y la
victoria está al alcance. El cáncer no es infalible, se le puede derrotar.
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