Palabra latina de largo recorrido y hasta
cierto punto maltratada o no del todo valorada en la actualidad…Resulta curioso
que su origen: “Cultus”, significa en su simpleza, cuidado del cultivo o del
ganado.
Tuvimos que esperar que llegara el siglo XVI
para que fuera entendida en un sentido metafórico como el cultivo de cualquier
facultad. Y no fue hasta el XVIII,
considerado como el Siglo de las Luces, cuando grandes pensadores ampliaron su
concepto, como por ejemplo Jean Jacques Rousseau, quien determinó que:
“…la cultura es un fenómeno distintivo de los seres humanos, que los
coloca en una posición diferente a la del resto de animales. La cultura es el
conjunto de los conocimientos y saberes acumulados por la humanidad a lo largo
de sus milenios de historia. En tanto una característica universal (el
vocablo), se emplea en número singular, puesto que se encuentra en todas las
sociedades sin distinción de etnias, ubicación geográfica o momento histórico.”
Por lo tanto,
debemos entender que en su idea más amplia, la palabra cultura ha ido
evolucionando hasta considerarse el cultivo del espíritu humano y de su
conocimiento, donde intervienen desarrollos intelectuales, artísticos,
científicos, industriales, etc. Evidentemente que el alma de un pueblo, reside
en su cultura. Cuando más amplio sea su recorrido cultural, más rico en sus
valores será ese pueblo.
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