viernes, 22 de febrero de 2019

Meditaciones: "Pandora, del desánimo a la esperanza"


   Cuando recojo desde de los archivos Históricos la sabiduría que contiene, me entra el desánimo al verme in situ en los tiempos actuales.

   Pero, con más calma puedo analizar esa Historia y sacar ciertas conclusiones. Más de dos mil años atrás, en la Mitología Griega, Zeus que era el Rey del Olimpo, andaba algo cabreado con alguno de sus hijos o Titanes, porque se estaban haciendo amigos de los Hombres que habitaban en la Tierra. Tal es que quiso dar un escarmiento sobre todo a Prometeo, el cual no se le ocurrió otra cosa que enseñarnos el secreto del fuego, que era como darnos iniciativa y libertad para evolucionar técnicamente. Entablando también amistad con los hombres andaba Epimeteo, el hermano de Prometeo.

   Zeus determinó dar un escarmiento a los hombres, por el atrevimiento de aceptar la relación con los dioses y de paso castigar a sus dos hijos. Y les envío un regalo, la fertilidad en forma  de una mujer llamada Pandora, que llegó junto a una tinaja o caja cerrada con una simple tapadera. Epimeteo se enamoró de ella perdidamente y la hizo su esposa. Y ocurrió que a Pandora por designio de Zeus le faltó tiempo para levantar la tapa de esa tinaja que le acompañaba como regalo.

   Y de esa Tinaja o caja salieron una serie de males que quedaron esparcidos por la Tierra y aún hoy en día nos aquejan: (enfermedades, fatiga, locura, vicio, pasión, tristeza, crimen, vejez…etc.)

   Y mi desánimo es al comprobar, que si bien gracias al fuego hemos conseguido evolucionar técnicamente hasta descubrir y desarrollar elementos impensables en la antigüedad, humanamente no hemos conseguido erradicar ninguno de todos esos males, lo cual indica que poco o nada hemos aprendido en esos fundamentales aspectos.


 Tengo serias dudas de que la raza humana como conjunto, y con ella nuestra civilización consiga llegar a buen puerto, claro que… como último y solitario bastión, siempre nos quedará en el fondo de esa caja o tinaja… la esperanza.


domingo, 17 de febrero de 2019

Poema: "Ríos de gente"

                               Ríos de gente que caminan

                              en una u otra dirección.

A ellos les dedico, esta canción.
Pasos nerviosos, manos enlazadas,
gestos serios, sonrisas aladas,
hombres y mujeres que caminan
en una u otra dirección.
Seguirlos como un duende quisiera
y que sus pasos me llevaran
donde nace la emoción.
Soledad en la mirada,
tristeza en el corazón,
alegría en la cintura,
prisa en los pies,
cientos de caras,
miles de manos
y siempre caminan
en una u otra dirección.
Con ellos quiero que viaje, mi canción.
Sueños en el aire,
anhelos que no terminan,
proyectos inciertos
y siempre caminan
en una u otra dirección.
Caminan, caminan con mi canción
Seguirlos como un duende quisiera
y que sus pasos me llevaran
donde nace la emoción.


viernes, 15 de febrero de 2019

Relato: "El País en perspectiva"


 El tener la ancianidad a la vuelta de la esquina, tiene alguna ventaja, porque te permite gozar de una perspectiva del presente apoyada en el pasado. Mi historia no es diferente a la de miles de españoles que en su momento se vieron arrastrados por las circunstancias a emigrar a otras regiones del País. Mis padres eligieron Catalunya.

   Fui mal educado en un colegio católico y en un ambiente franquista, donde se inculcaban tanto los valores de la “patria”, como  la fe en la iglesia.  Nadie me habló de otro tipo de valores, ni de la peculiar idiosincrasia del lugar donde vivía. Solo me inculcaban el sentido de una bandera con un “aguilucho” en el centro, misas, rezos y canciones patrióticas.

   Pero llegó la juventud y con ella la rebeldía, que me acercó a unas amistades, cuyos valores e idioma eran totalmente diferentes a lo que se me inculcó. Ellos me aceptaron tal como era y me enseñaron otras cosas. Me dolió que un día, cierto individuo cruzara de un bofetón la cara de una amiga, solo porque no estaba hablando en “cristiano”. Me sorprendieron muchas mas circunstancias que consideré anómalas y entendí lo que era la represión de una dictadura. Eso me hizo correr varias veces delante de unos señores de gris que con muy “mala leche” te aporreaban a las primeras de cambio.

   Ha pasado el tiempo, dicen que llegó el cambio hacia una transición que nos llevó a una democracia, todo parecía ir bien, por lo menos ya no te abofeteaban en la calle por no hablar en “cristiano”…hasta que, volví a ver esas banderas, que tan solo habían cambiado las alas por unas columnas, hasta que volví a oír las mismas proclamas que  de niño me inculcaban, hasta que empecé a escuchar cierta nostalgia de ese pasado en boca de individuos de mal gusto, y el recuerdo de Franco volvió a sonar, tan solo porque se está intentando sacarlo de su pedestal.


Y es entonces cuando me digo… ¿habremos aprendido algo en este tiempo? 


viernes, 8 de febrero de 2019

Relato: "El alcalde"


   Tiempo atrás, bastante atrás, en una de mis incursiones por esos “Mundos de Dios”, llegué a posar mis pies en un pequeño pueblo sito en un paraje montañoso, allende los Pirineos. Como viajero impetuoso, ávido de conocer escenarios dispares y dado que recibí una buena acogida, estuve tres meses conviviendo en casa de uno de los vecinos. Resultó que ese vecino, además era el alcalde.

   El pueblo se encontraba relativamente aislado de la civilización, si por civilización se entiende municipios con más elevado número de habitantes. En aquel pueblo convivían un número aproximado al centenar de personas.

   Tuve tiempo de hablar y hablar largo y tendido con ese hombre rudo, crudo y sincero que era el alcalde. Su edad rondaría la cincuentena de años y por el aspecto de su piel curtida por el viento y el sol se diría que aparentaba algunos más.

   Es por él que entendí que la inteligencia no tenía nada que ver con los estudios, y que la solidaridad no estaba reñida con un cargo relevante dentro de la comunidad. Me decía, que su labor consistía en hablar y estar en contacto permanente con cada uno de los habitantes de ese pueblo, atendiendo en todo momento a sus necesidades y problemas. En función de los problemas que recogía, demandaba subvenciones y ayudas a los estamentos superiores, y en todo momento ejercía con total y absoluta transparencia.

  Me decía: “Si actúas con solidaridad, el pueblo se vuelve solidario”. “Si te preocupas por los verdaderos problemas y no por las “chorradas”, los problemas se solucionan”. “Si hace falta aunar esfuerzos, estos se consiguen”. Me decía: “Todos somos diferentes, ninguno de nosotros es igual a otro, pero hemos aprendido a convivir”.

   ¿De que vivía esa gente? podría ser la pregunta. Pues del ganado, del campo, de los productos relacionados con los mismos, que hábilmente habían conseguido elaborar en régimen de cooperativa municipal. Curioso que no hubiera en ese pueblo ningún potentado. Claro que…existía una amenaza, había interés por parte de elementos ajenos al pueblo, en crear una estación de esquí, justamente donde solía pastar el ganado.


¿Qué pasó después?... lo dejo a vuestra imaginación. Personalmente me quedo con lo que aprendí de ese alcalde, que ya es mucho.


martes, 5 de febrero de 2019

Poema: "Día mundial contra al cáncer"

4 de Febrero, Día Mundial contra el cáncer

Que difícil valorar…
aquello, que desearías dejar.
Miro al cielo y es azul,
nada cambia, y es así
como imploro al valor
para no perder la sonrisa,
para vivir sin prisa
y contarle a la vida
que sigo aquí, en pié
junto a los míos,
junto a la brisa, el sol
y todo aquello que amo.
Un paso sigue a otro paso
si decides caminar.
y conmigo, que pesado
aquello, que desearías dejar.
Claro que… lo voy a valorar,
aunque nada más sea,
para abrir bien los ojos
y comprobar, al mirar
que el cielo sigue azul,
y que solo por amar
vale la pena… seguir
sin perder la esperanza
de espantar…
aquello, que desearías dejar.


sábado, 2 de febrero de 2019

Poema: "La mariposa"

Caminando por la vereda,
rodeado de hierba alta y color,
una tenue mariposa
alivió todo mi dolor.
   Suavemente se posó en mi hombro
como si yo fuera una flor.
   Delicada, me acarició con su aleteo,
refrescó toda mi memoria
y me acompañó en un recreo.
   Brillante me indicaba el destino
de mis pasos tortuosos.
   Libre y misteriosa,
dibujaba círculos en el aire
para indicarme, que nada es recto
en toda efímera porfía,
y que las piedras del camino,
también se pueden sortear
con una pizca de alegría.
   Tan pronto lo entendí…
la mariposa se alejó
de mi hombro y de mi sino,
dibujando en el aire

una estela… de buen tino.