Cuando recojo desde de los archivos Históricos
la sabiduría que contiene, me entra el desánimo al verme in situ en los tiempos
actuales.
Pero, con más calma puedo analizar esa
Historia y sacar ciertas conclusiones. Más de dos mil años atrás, en la
Mitología Griega, Zeus que era el Rey del Olimpo, andaba algo cabreado con
alguno de sus hijos o Titanes, porque se estaban haciendo amigos de los Hombres
que habitaban en la Tierra. Tal es que quiso dar un escarmiento sobre todo a
Prometeo, el cual no se le ocurrió otra cosa que enseñarnos el secreto del
fuego, que era como darnos iniciativa y libertad para evolucionar técnicamente.
Entablando también amistad con los hombres andaba Epimeteo, el hermano de
Prometeo.
Zeus determinó dar un escarmiento a los
hombres, por el atrevimiento de aceptar la relación con los dioses y de paso
castigar a sus dos hijos. Y les envío un regalo, la fertilidad en forma de una mujer llamada Pandora, que llegó junto
a una tinaja o caja cerrada con una simple tapadera. Epimeteo se enamoró de
ella perdidamente y la hizo su esposa. Y ocurrió que a Pandora por designio de
Zeus le faltó tiempo para levantar la tapa de esa tinaja que le acompañaba como
regalo.
Y de esa Tinaja o caja salieron una serie de
males que quedaron esparcidos por la Tierra y aún hoy en día nos aquejan:
(enfermedades, fatiga, locura, vicio, pasión, tristeza, crimen, vejez…etc.)
Y mi desánimo es al comprobar, que si bien
gracias al fuego hemos conseguido evolucionar técnicamente hasta descubrir y
desarrollar elementos impensables en la antigüedad, humanamente no hemos
conseguido erradicar ninguno de todos esos males, lo cual indica que poco o
nada hemos aprendido en esos fundamentales aspectos.
Tengo serias dudas de que la raza humana como
conjunto, y con ella nuestra civilización consiga llegar a buen puerto, claro
que… como último y solitario bastión, siempre nos quedará en el fondo de esa
caja o tinaja… la esperanza.
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