martes, 16 de junio de 2020

Novela: "Como una mariposa"

ANGEL

Lo tenía claro, la luz se apaga y punto final… pero no, otro tipo de luz me embargaba. No era unidireccional sino que abarcaba el espacio por completo sin que adivinara su origen, y no molestaba en absoluto. No podría definirla sino es con un cúmulo de sensaciones agradables: bienestar, templanza, tranquilidad, paz, mucha paz y sobre todo una gran serenidad de ánimo, la misma que curiosamente tenía cuando se apagó la luz.

¿Y ahora qué?...-me dije-. Lo más sensato debía ser esperar algún tipo de acontecimiento, La existencia, porque en ella me sentía, no se detiene y algo tendría que ocurrir más allá de mi estado emocional.

Que sensación más extraña por lo agradable que resultaba, absoluta ligereza, algo así como estar liberado del peso de la materia. Me recordaba aquellos sueños agradables donde era capaz de batir el más longevo record de salto en longitud, volaba y volaba antes de alcanzar el suelo. Lo que me rodeaba creo que era una ilusión, porque representaba el más bello paisaje natural que hubiera imaginado y que se encontraba todavía vivo en mis recuerdos. ¿Recuerdos?, sí los había, pero podía más la abstracción del momento que el lastre del pasado. Un pasado que observaba lejos, muy lejos, ya inalcanzable. Nada extraño por cierto, era una práctica habitual mía, centrarme lo mejor que podía en el presente. Siempre he pensado que no se puede volver atrás.
¿Errores?, a montones… pero escasa mala intención, y esa sensación era más poderosa que todo el mal estar que hubiera podido acarrear al prójimo sin haberlo deseado.  

Y todos aquellos seres que amé y que todavía amo, pues noto que están aquí, conmigo, acompañándome, porque insisto, lo que me estaba ocurriendo no era más que un cúmulo de sensaciones agradables, donde solo cabía aquello que estaba relacionado con el sentido del entrañable afecto. Claro que, no podía abrazar pero sí sentir en plenitud… sí, como cuando se está enamorado en la distancia, como cuando abrazaba a mí amada con el pensamiento y sentía palpitar mi corazón tan solo con recordarla.   

Ellos, todos aquellos que amé y se alejaron de mí, y los que quedaron atrás, no puedo preguntarme: ¿dónde están?, no puedo. Quien sabe, estoy expectante, todavía nadie ha llegado a recibirme. Que curioso es como si algo misterioso me retara a estar a solas conmigo mismo, y la verdad es que estoy bien, me encuentro bien.


Decidí caminar por la vereda, ligero, muy ligero pese a mis muchos años… ¿Cuántos tendría en realidad?, pues la verdad es que siento que tengo bastantes más de los que pensaba, otra de mis muchas sensaciones…Como decía, caminando por la vereda llena de verdor y de aromas primaverales, los espectaculares paisajes se iban sucediendo unos a otros sin cesar… La sensación era muy parecida a cuando en un tránsito mental, era capaz de recorrer, detalle a detalle, curva tras curva, un recorrido de carretera en breves segundos, cuando con el coche hubiera tardado media hora… No se si logro explicarme correctamente, las sensaciones son muy complicadas a la hora de expresarlas. Tampoco deseo atropellarme con mi estado emocional, pues el embargo es inimaginable. Total que voy a optar por parar  y no lo hago por descansar, porque la palabra cansancio no entra en mis actuales parámetros de existencia, solo necesito templar el ánimo...






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