miércoles, 10 de enero de 2018

Cuento: " El ser que pretendía ser sabio"


   Cuenta la leyenda que cierto día aconteció lo siguiente: Un ser transcendió los límites del conocimiento básico humano y pudo de esta manera atravesar la linde que daba comienzo al camino de la sabiduría. Ante sí se encontró con una basta extensión sin límites en el horizonte, lo cual le creó una gran zozobra. Se vio por lo tanto obligado a solicitar ayuda.
Otro ser algo curtido en la sabiduría por haber recorrido algún trecho del camino se ofreció a ayudarle.

      — ¿Y bien?
    Aquí me encuentro señor, sin saber por donde ir ni como comenzar…
     Puedes tratarme de igual a igual, intento ser tu compañero de viaje, por lo menos al iniciar el camino.
    Es de agradecer, creo que lo necesito.
    Veo que te has atrevido a atravesar la linde…
    Era menester hacerlo.
    ¿Y eso?
    Creo conocer la naturaleza humana, en gran parte.
    Puedes extenderte algo más, es preciso…
    Lo haré…Entiendo que lo importante es el ser por encima del instrumento que significa el cuerpo. He evolucionado a través de múltiples vidas, como hombre y como mujer…atravesé el caos que representa convivir y servir a los grandes defectos humanos: la envidia, la depravación, la violencia, el odio, la hipocresía, la mentira, el fanatismo, el egoísmo, la cobardía, la intolerancia, la avaricia, la soberbia, la vanidad… por lo tanto no puedo alegar ignorancia. Me he arrepentido de los errores por haberlos reconocido y no puedo vanagloriarme de mis virtudes por lo mucho que me ha costado conseguirlas.
    Por lo tanto…
    Debo seguir el camino… y no se como hacerlo
    Debes saber… que ahora llega lo más duro.
    Más duro todavía que toda la experiencia atravesada.
    Más…
    No acabo de entenderte…
    Debes volver atrás.
    ¿Por qué?... yo ya he pasado por todo eso.
     Tuya es la decisión… pero para entrar en el terreno de la sabiduría, necesitas más bagaje.
    No logro entenderte.
    Verás…si no pones a prueba tu conocimiento, allá de donde vienes, te va a ser insostenible ni siquiera dar un paso tras la linde que marca el camino de la sabiduría.
    Entonces… ¿debo retroceder?
    Sí.
    ¿Y podré volver?
    Por supuesto…
    ¿Y puedo entender siquiera como es el camino de la sabiduría?
    No, porque este es infinito… cuanto más sabes más se ensancha el camino, es como adentrarse en el ángulo de una gran uve. Es desesperante la sabiduría, se necesita una gran humildad, cuanto más crees saber más pequeño eres... si no estás preparado para entenderlo, sucumbes.


   Y el ser que pretendía ser sabio, ante la magnitud de lo que se le venía encima, tuvo que retroceder sus pasos y volver para poner a prueba sus virtudes entre los seres humanos. Entendió que solo así conseguiría el bagaje necesario para empezar a caminar por la senda de la sabiduría.  


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