jueves, 25 de enero de 2018

Meditaciones: "Cuestión de honor"


   Y  uno se pregunta: ¿Quién es el responsable de que en ciertos países y me atrevo a poner el ejemplo de España, existan gobiernos contaminados por la corrupción?  No podemos alegar ignorancia, ni desconocimiento, ni siquiera es excusa el hacer oídos sordos porque los hechos, las denuncias, no solo están en el lento ejercicio de la justicia, sino que atronan en los oídos  y se ceban en las miradas de cualquier ser humano que se sienta integrante de la sociedad.

   La responsabilidad, una vez se confirman los hechos, se desvelan los misterios, y se esclarece solo una pequeña parte de la verdad, no está solo en un sistema de vida equivocado que favorece que sucedan estos acontecimientos, sino no lo olvidemos, en todos aquellos que aún siguen ciegos sordos y continúan votando a estos individuos.


    Dicen que la democracia es el menos malo de los sistemas políticos. Mientras exista la democracia, siempre tendremos en nuestra mano el voto que pueda producir cambios; más existe algo mucho más importante que el voto, el criterio, y es la fuerza de muchos criterios que conecten con la necesidad de cambiar, los que pueden generar la exigencia de que los corruptos dejen sus privilegios y prebendas, así como que paguen por sus desmanes. Dejar de creer en los mentirosos, es una simple y llana cuestión de honor.


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