Tenemos que entenderlo, debemos.
Todos estamos comprometidos.
Inútil escudarse en la ignorancia,
ahora, ya todo es compartido.
La vida preocupa también al nacido,
y el futuro funde la alegría.
De que sirve escudarse en el tiempo,
si ya no hay tiempo en el presente,
y el Mundo no cambia, si no cambiamos.
Porqué esperar la lenta agonía,
porqué echarlo todo a la espalda,
sin intentar buscar la armonía.
Mientras, una Tierra temerosa
de quedar tan seca como lacerada,
anhela las manos del ser sensato.
Y la Tierra quiere ser amada.
la Tierra quiere sentir nuestro canto
y espera, a que no todo esté acabado.
El futuro puede nacer hoy, en nuestro llanto,
en la fuerza del ánimo, en el encanto.
Ya no es cuestión de vencer, sino continuar.
Volver a andar, porque ya hemos andado.
La Historia se escribe al caminar,
no importa, si es arduo el camino.
No es tan difícil como haber acabado,
ni tan fácil como estar parado,
solo es cuestión de…vivir.
Somos los dueños de nuestro destino,
pero ya nos han labrado el camino.
Si a cada paso, colocamos una buena semilla,
es fácil, que de la siembra del pasado,
empiece a florecer el futuro.
Y cuando lleguemos, al final del camino,
y en lontananza observemos,
que aún la Tierra no florece,
que por lo menos…
nos sintamos
orgullosos, de haber amado.
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