...Al poco
tiempo aparecí en la Ciudad de los Muchachos, Casa Puig en la Sierra de Collcerola de Barcelona, fui
trasladado allí al hogar Cuna con quizás un año de vida. Más tarde pasé por el
hogar Infantil de ese centro hasta llegar al de aprendizaje donde con doce años
me escapé… ¿Que recuerdos tengo de ese centro?, horribles. Ese centro de
supuesto auxilio social, estaba regentado por miembros de la sección femenina
de la falange española con el aporte incondicional de la Iglesia Católica… Lo
que recuerdo, es que aquello era un auténtico centro de reclusión donde
imperaba una disciplina diría que pseudo militar de gran transfondo ideológico.
Nos adoctrinaban en los valores del catolicismo y de lo que luego supe que era
el régimen franquista. Muy rebelde debería de ser para que no me escapara de
todos los castigos que imperaban allí. Prefiero omitir los detalles por los que
recibí coscorrones, golpes y azotes, o
el aceite de ricino que bebí, o las largas estancias en cuartos oscuros, o la
reducción en las raciones de comida. Durante la noche no podíamos mantener
conversaciones después de la cena y de esa manera el desahogo era prácticamente
imposible…De educación, salvo aprender a leer, escribir, y las operaciones
básicas de números, solo recuerdo rezos, canciones patrióticas y proclamas nacionalistas.
No tengo ninguna sensación agradable de aquel lugar, ninguna, como no sea la
patada en los testículos que le dí a un cura cuando se acercó a mí con insanas
intenciones. Nada ni nadie se ha instaurado en mi buen recuerdo… Este puede ser
el resumen de mi primera y reprimida
infancia, porque luego todo cambió...
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