lunes, 4 de julio de 2016

Novela: "El foraster" Parte 27

Pedrafosca, mediados de Febrero, 2016

   ...Paco ha muerto… hoy a las doce del mediodía. Expiró en presencia de Mercedes, del doctor y de mi persona. Estaba ligeramente sedado, tranquilo aunque aceptando su organismo el oxígeno con dificultad. Levantó la mirada para dirigirla a los allí presentes, sonrió levemente y pareció relajarse en un extraño suspiro tras el cual ya dejó de respirar. Su mirada parecía perdida en algún lugar que ya solo él conoce y en su rostro se reflejaba la serenidad…no solo por ese reflejo lo se, sino por todo lo que ayer me dijo para descansar la turbulencia de su alma, sí, se que ha muerto en paz…
   Su voluntad es que sea incinerado y así se hará… Mercedes ya es conocedora de la voluntad de Paco, sucedió ayer también, justo después de que me relatara su estremecedor secreto… ella no tuvo palabras, no supo decir nada… como torcer la voluntad de un moribundo… su reacción fue acercarse a él y con ternura cogerle de la mano a la vez que le besaba en la frente.
   He hablado con Lucía y le he mostrado el escrito una vez rectificado, ella ha quedado más que sorprendida impactada por el tono del mismo. No es en absoluto agresivo, aunque es fácil suponer que será de mal digerir para algunos, pero es la verdad y no hay porqué renunciar a ella. Lucía va a asumir el riesgo y ha decidido que salga el escrito sin restar una coma en la página Web del ayuntamiento y no solo eso, sino que aparecerá en la revista que todos los años sale para anunciar las fiestas del Pueblo. Va a ser en definitiva, eso espero, un certero homenaje a la figura de Paco.   
   Estoy dudando sobre la dramática confidencia de Paco… no se que hacer ni si debo comentarlo con alguien que me merezca la necesaria confianza. He hablado eso sí con mi mujer, Carmela, del tema, para ella no hay secretos, nunca los ha habido entre nosotros y tenemos la suficiente cordura para preservar el contenido de la revelación de Paco. Hemos decidido esperar un poco, quizás unas horas para también consultarlo con la almohada. No existen más que dos posibilidades, que el secreto de Paco permanezca allí junto a sus cenizas o que en un acto difícil de interpretar lo desvelemos… Todo fue tan impactante que por respetar el esfuerzo que él tuvo que hacer al relatarlo para nada se me ocurrió preguntarle, que es lo que él querría hacer tras su confesión… de esa manera, la decisión es mía y de verdad que se me presenta enormemente compleja.
   Paco no quería saber nada de la Iglesia,  me lo indicó con claridad, ni pensar en que se realizara ceremonia alguna de ese tipo. Me pidió eso sí que pronunciara en el rito funerario del tanatorio unas palabras en su nombre, simplemente para indicar que él no creía en cielos ni en infiernos y que en todo caso el cielo y el infierno se encontraba dentro de las propias personas, y que él como suponía que le ocurre a todo hijo de vecino, ya había experimentado en vida ambas particularidades…y que si por un casual algo de él siguiera existiendo, que lo sentía, pero cree que le sería imposible comunicarlo… también me indicó que mostrara agradecimiento a todas las personas que se habían portado bien con él y que no hacía falta nombrarlas porque ya éstas lo sabían… y a todos aquellos que lo habían tratado con deslealtad pues que allá ellos con sus cuitas, el ya estaba descansando en paz.
    No fue ninguna sorpresa comprobar como la mayoría de las gentes del pueblo acudieron a despedir a Paco en el tanatorio, los había de todas las tendencias y bueno… los que no congeniaron en vida con su persona por esta vez obraron con absoluta corrección… otra cosa será contemplar sus caras cuando lean el artículo que ya está preparado… Diferente fue el  acompañar sus restos a la incineración, allí solo estábamos media docena de personas, quizás los que más habíamos aprendido a respetarle y por supuesto a quererle… Por voluntad de Paco, yo debía quedarme con sus cenizas y no puso en su momento ningún hincapié para que con ellas obrara un determinado tipo de acción… así que con el máximo respeto a las mismas, estas permanecen de momento en un decoroso rincón de mi casa, junto a su secreto que él me rogó figurara en una declaración jurada y firmada por él.  

    Ya ha pasado una semana desde el fallecimiento de Paco, sus cenizas siguen en mi hogar. He pagado su funeral, me ha sobrado algo de dinero y siguiendo su voluntad lo he cedido al ayuntamiento con el fin de que sirva para realizar alguna obra de índole social, Lucía me ha prometido que se encargará de que ese dinero tenga buen destino y confío plenamente en ella, se que así será… A vueltas con las cenizas… mi mujer y yo estamos en pleno desconcierto, seguimos sin saber que hacer con ellas y con el secreto que guardan. El tema es complejo y enormemente delicado, tan delicado que éste se encuentra en una encrucijada de dudas, de tremendas dudas. Hemos decidido esperar y confiar que en algún momento algo ocurrirá y eso nos permitirá hacer lo que sea para que se despeje nuestra incertidumbre.

   Como es lógico, lo de Paco, su historia, me ha marcado profundamente. Ahora no hago más que pensar en lo que representa perder una guerra y seguir existiendo a la contra, en lo mucho que tuvieron que sufrir los perdedores y en la fuerza que tienen que poseer los que lograron sobrevivir… Al hilo de todo ello, me acabo de enterar por la prensa que un periodista francés, va ha realizar un coloquio en una sala de Barcelona sobre algo relacionado con la Memoria Histórica y la Guerra Civil, según he leído es hijo de española que en su momento tuvo que exiliarse en Francia… Solo leer la noticia he de confesar que me he estremecido, he de suponer que todo ello es debido a los acontecimientos que recientemente he tenido que experimentar. Un hondo impulso me obliga a asistir a esa charla y siguiendo esa corriente no pienso ir de vacío, quien sabe si allí llego a recoger alguna idea que nos inspire...


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