Que traviesa alegría
quieren tus ojos mostrar,
y cuanta picardía
tan a punto de brotar.
Son de esencia luminosa
y de materia vital.
Su mirada es peligrosa,
pero el efecto... venial.
Ojos que quisieran
sacar su fuerza y cantar,
como cantan los gorriones
poco antes de anidar.
Ojos que se esconden
tras los párpados sedosos
y solo a medias relucen,
si se sienten temerosos.
Ojos que se escapan
tras la bóveda del cielo,
pero que también se atrapan,
cuando bajan al suelo.
Si mi mirar no se empaña,
así son, o así los veo,
porque los ojos no engañan,
al menos, así lo creo.
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