Fuera o no posible, sucedió…
Andaba tranquilamente por una vereda
en una plácida tarde otoñal. La tenue claridad del crepúsculo tocaba a su fin,
llevaba bastante rato caminando, estaba algo cansado y debía regresar, faltaban
seis minutos para las siete. Justo cuando tomé la determinación de dar la vuelta… una extraña luz
pareció surgir de la arboleda, decidí orientar mis pasos hacia allí para
comprobar que era aquello, y en el momento que me sentí deslumbrado…creo, que
entonces perdí el sentido.
Ahora me encontraba en una atmósfera agradable,
tendido sobre una especie de camilla. La luz esta vez era como una armonía que
surgía de todas partes, no pude apreciar que partiera de un punto concreto.
Unas personas con amabilidad exquisita me estaban tratando… al instante
comprobé que no hablaban y sin embargo podía entenderlos, se dirigían hacia mi.
Me incorporé para seguir comunicando con ellos sin balbucear, lo estaba
haciendo mentalmente y con una enorme fluidez… Difícil de explicar resulta como se pueden tratar de tantas cosas y sin
habla alguna... no existe el final, todo continúa y el camino es largo.
Su lugar de origen era a años luz de
donde estábamos, algo que me parecía extraordinario…Repasamos la actualidad y
la historia de ambos Mundos, el suyo y el nuestro… Me sentí muy pequeño y a la
vez grande, justo cuando comprendí su empatía. También avergonzado al entender todas
las torpezas que arrastrábamos aquí en este punto concreto del firmamento…pero
pronto se aclaró todo con tan solo una palabra…evolución.
Abrí los ojos, di un hondo suspiro y
me levanté desde el árbol donde me encontraba apoyado, eran las siete en punto
de la tarde… busqué esa luz y no la encontré… tal vez todo fuera un sueño.
Siguieron mis pasos por la vereda
camino de mi hogar…una insólita sensación de paz y tranquilidad de ánimo me
acompañaba.
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