Si tuviera
que vivir sintiendo vergüenza,
no sería por mí… sino por ti,
que te crees alguien por tener poder
y gozas de influencias malsanas.
Tú que
tienes privilegios y prebendas,
que corrompes, robas y dañas,
pero en absoluto te haces querer,
no engañas a la gente honrada.
Si tuviera
que vivir con esperanza,
no sería por ti, que te crees hábil
y respaldado por una justicia insana.
Tendría
confianza, en aquel
que es todo lo contrario de tu ejemplo,
que es capaz de sonreír ante la desgracia,
que se sabe honesto y capaz
y no le importa caer en gracia.
Ante tanta
bazofia humana
que ronda por mis oídos,
me quedo con la belleza
del que sostiene este Mundo
con la mano abierta, la frente alta
y el coraje que da la dignidad.
Que duro
es abrir los ojos…
y descubrir, tanta falsedad.
Que duro es entender…
que la generosidad, aunque abunda
resulta enturbiada, por tanta perversidad.
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