“Armonía”…Pudiera ser, la
palabra más deseada por los seres humanos, aunque no la más cotidiana en los
actos de nuestra existencia. Todos quisiéramos unir voluntades en un orden
placentero, gozar de opiniones parejas y establecer pautas para convivir en una
sociedad en paz, que nos orientara hacia el bienestar.
Lo expuesto no es un
adalid de nuestro comportamiento, sino más bien un deseo, una necesidad; quien
más quien menos, vamos buscando esa panacea que cura todos los males llamada
felicidad… ósea, algo así como vivir en armonía.
Pero no… conocemos más
fácilmente la discordia, la enemistad, la tensión. Todos estos elementos,
contrarios a la armonía, destruyen esos añorados conceptos por los que nos
gustaría orientar nuestros pasos… No obstante, existe una solución para
encontrar la senda que nos guíe hacia la armonía: la “atención”
Una Orquesta funciona en
armonía, porque existe la atención, a través de ello se construye algo que
puede llegar a ser hermoso. En una relación humana de cualquier tipo, la
“atención” nos hace comprender muchas circunstancias emocionales. Cuando
contemplamos un paisaje, leemos un libro
o asistimos a una representación, la “atención” es fundamental para llegar a
deleitarnos. En el simple detalle de una competición deportiva, la tensión nos
puede romper, mientras que la atención nos equilibra. En los estudios se
requiere atención, en el trabajo también, en la familia igual, en las amistades
lo mismo…
No busquemos una sociedad
perfecta, no la encontraremos. Prestemos atención a nuestra realidad, es más fácil
así construir… No existirá jamás un Mundo en armonía, si primero no la
encuentran los humanos.
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