Es ella
quien sostiene nuestros pies.
Sobre ella
fertilizamos los sueños,
y caminamos como dueños
de un destino por venir.
Sobre ella
se vierte la sangre,
de la discordia y el horror.
Sobre ella
se nace se vive y se muere,
y no siempre se hace con honor.
En su suelo
surgen los anales
colmados de historia y evolución.
Sobre ella
se escribe la épica
la lírica y la emoción.
Es ella
quien nos alimenta,
y nos deja respirar.
En ella
reposan nuestros huesos,
para que el alma se aligere.
Sobre ella
es como viajamos,
por los espacios infinitos.
Es ella,
quien sufre los desmanes
del ser humano sin sentido.
Es ella
quien observa y se revela
cuando abusamos de su sino.
Y es ella
quien constante nos recuerda,
lo poco que
sabemos, de su memoria.
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