miércoles, 25 de marzo de 2015

Novela: "Pueblo de Ramu" (Parte 59)

Nota: Parte 1 (Junio) - Partes 2/10  (Septiembre) - Partes 11/19  (Octubre)
 Partes 20/30  (Noviembre) - Partes 31/37 (Diciembre) - Partes 38/46 (Enero) 
 Partes 47/53 (Febrero)-  Parte 54/58 (Marzo)
...
— Ostras Bruno, te has puesto transcendente… pero creo que puedo decirlo de una manera más sencilla. La hemos jodido y ya está.

   Los tres amigos se miraron mutuamente sonriendo la ocurrencia. Luego dirigieron la mirada al entorno fulgurante, limpio y aromático del pueblo. Bruno habló por ellos porque los tres estaban pensando lo mismo.

—  Es una lástima que se pierda todo esto… de acuerdo que es un pequeño paraíso, un oasis en el desierto… pero el resto de este Mundo podía haber sido así.

   Los tres se levantaron al mismo tiempo e instintivamente se rodearon colocando los brazos sobre sus hombres. Se sintieron unidos por una misma fuerza. Una fuerza que les ayudaba a no perder el ánimo y a resistir el envite  de lo que estaba por venir.

   Tras despedirse, cada uno marcho por su lado. Bruno tenía ganas de estar junto a Louise y comunicarle todo lo que sabía. La encontró en casa, sentada tranquilamente en la terraza al abrigo del sol del atardecer.

—  Hola Louise… ¿Estas al caso de la última noticia?

—  Seguro que te refieres a lo que nos está llegando, es sobre los ingenieros… se está extendiendo la noticia por la población como la misma niebla. 

— ¿Cómo te has enterado?

—  Mira lo curioso es que nadie me lo ha dicho, ya es algo que tenía en mente. Pero cuando hace poco me encontré con el vecino, él también lo sabía, tú ahora me lo estás confirmando. Por cierto… ¿como lo has sabido?

—  Por Vanessa…

—  Ya…Es como si de diferentes formas la noticia estuviera llegando a todos nosotros… como si nos estuvieran preparando para ello.

—  Puede ser algo así, el caso es que ellos se van y a nadie nos extraña.

— Es lógico Bruno… ellos no pertenecen aquí, todos lo sabemos. No son en absoluto responsables de lo que está pasando, bastante han hecho con ayudarnos.

—  Podríamos también marchar con ellos…

—  Me parece una banalidad lo que dices Bruno, impropio de ti. Deberías de haberlo pensado dos veces antes de decirlo.

—  Vale no te pongas así Louise, ya se que eso sería como huir de manera irresponsable de una realidad que nos pertenece… pero es que estaba pensando en mis padres  y sobre todo en Maia, ella pobrecita nada tiene que ver en este entierro.

— Ella ha nacido aquí, en este Mundo… eso no es una casualidad.

— Ya… Entonces, ¿por qué esos pequeños han nacido aquí, justo en este momento?

— Y como podemos saber eso…

— Louise… lo que te voy a decir… no se como te lo voy a decir.

—  Si lo piensas dímelo de una vez.

— Está bien… es algo que no puedo dejar de pensar en ello. Es una putada que la palmemos, ahora que estamos tan bien juntos.

— Ostras Bruno, te creía más inteligente.  Nadie conoce el final… bueno rectifico, el final si que lo conocemos todos la vamos a palmar un día u otro, lo que no sabemos es como.

—  Ya…

— Pues entonces hagamos lo que siempre hemos dicho, vivamos día a día, seamos felices. No es bueno ir al siguiente minuto de nuestras vidas, sin ser consciente del que nos ocupa.

— Vale… estoy de acuerdo con ello. Pero no te da un poco de miedo que llegue ese momento, justo ahora.

—  Supongo que como a ti… pero prefiero no pensar en ello.

— Mi error quizás esté en que lo he pensado.

—  No es un error Bruno, es humano… Sabes que ya hemos hablado mucho sobre eso. Cuantas veces nos hemos dicho entre susurros que lo que sentimos es mucho más profundo que el roce de nuestros cuerpos… Cuando la palmemos como tu dices, dejaremos nuestros cuerpos y transitaremos a donde nos corresponda. Si en verdad ambos sentimos lo mismo, nada ni nadie nos podrá alejar, siempre estaremos uno cerca del otro, es la ley de los afectos.

— Lo se Louise… pero ahora pesa mucho el cuerpo y duele tenerlo que dejar.

— A veces eres un plasta Bruno, siempre quieres ir un punto por delante… Yo siento lo que tu sientes, y lo que tengo claro es que nunca vas a estar solo por mi parte, estés donde estés sabré estar siempre a tu lado… No lo puedo evitar, es tan sencillo como que te amo.   


   Arrebatadora en sus palabras, Louise hablaba con un tono un poquito más elevado que de costumbre, pero sin alzar la voz en exceso. Sin estar enfadada empleaba el tono justo para denotar la cariñosa reprimenda que le estaba dando. A Bruno no le costó mucho captar el sentido de sus palabras, solo podía hacer una cosa, abrazarla...

R.P.I. 02/2013/1807 B-387-13

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