Nota: Parte 1 (Junio) - Partes 2/10 (Septiembre) - Partes 11/19 (Octubre)
Partes 20/30 (Noviembre) - Partes 31/37 (Diciembre) - Partes 38/46 (Enero) Partes 47/53 (Febrero)- Parte 54/55 (Marzo)
...
— Bueno yo…
— No hace falta que intentes explicarlo, tus
gestos, la expresión de tu rostro te delatan… se que quieres hablar conmigo.
— Es cierto… y
de eso ya hace unos días. Los últimos acontecimientos han retrasado mi
intención.
— Puedo
entenderlo…
— Vanessa… ¿tú sabes que os llamamos "ingenieros"?
— Lo sabemos…
— Para
nosotros es una forma de respetar vuestro espacio, de manifestar que sois
diferentes… hemos logrado poneros a la misma altura que el resto, pero todos
sabemos que sin vosotros nada hubiera sido posible.
— Y sin embargo físicamente nosotros nada hemos
realizado… ¿estás seguro de tus palabras Bruno?
— Porqué crees que os llamamos "ingenieros"…
ellos planean, los demás ejecutan las ideas.
— No estoy totalmente de acuerdo con lo que
dices, las ideas también han sido vuestras.
Bruno al oír
las últimas palabras de Vanessa, abrió los ojos de par en par como buscando
situarse mejor en su intento de saber algo más objetivo al respecto de los "ingenieros". Las palabras suaves y tranquilas
de Vanessa pronunciadas en un tono justo y cadencioso invitaban a la reflexión.
No decía nada y sin embargo lo estaba diciendo todo, eso es lo que Bruno podía
captar.
— Bien… es cierto, nosotros hemos ejecutado las
obras y estoy de acuerdo con que las ideas han fluido de nuestras mentes. Pero
todos sabemos o quizás intuimos que vosotros habéis sido como un canal, una
fuente de inspiración, un enlace con el cosmos… eso es, con el cosmos y con
todo lo que representa. Eso no me lo puedes negar Vanessa.
— ¿Esa idea es tuya?
— Pues claro
que es mía… y de los demás. Comunicamos, pensamos, deducimos y nos respetamos,
es así como surgen nuestras ideas. Pero… creo que ya ha llegado la hora de
destapar de una vez el secreto, si es que este existe.
— ¿Es tu reflexión?… sabemos que no existe tal
secreto, luego nada se ha de destapar.
— Entonces porqué no hablamos claro… en el
punto donde estamos, ¿Qué más se puede hacer?
— Nada… ya está todo hecho, todo dicho.
— Pues que hacemos… bajamos la guardia, nos dejamos
ocupar, renunciamos a la vida… ¿es eso lo que hemos de hacer ahora?
— Tu sabes que nada de lo que has dicho tiene
sentido… entendemos que se necesita escuchar palabras que confirmen lo que
pensamos, lo entendemos.
— Entonces… dímelas Vanessa, lo necesito, lo
necesitamos.
— Ha llegado la hora de marchar… es algo que
ya todos deben de saber.
Bruno al oír
esas palabras no se extrañó en absoluto, en cierto modo era algo que se
esperaba.
— ¿Marchar?... es lógico… éste no es vuestro
lugar… primero marchan los soldados, ahora vosotros… nos quedamos solos, solos
con nuestro triste destino.
— Ni tu mismo crees en tus palabras Bruno… ni
estáis solos ni vuestro particular destino es en absoluto triste.
— Ya… pero los días del Bruno de carne y hueso,
como los días de todos los demás, quizás ya estén contados… ¿habrá servido de
algo tanto esfuerzo, tanta ilusión?
— Bruno, tu sabes bien que cada uno tiene un
papel en la vida, en esta particular vida. Por eso nosotros hemos de marchar y
vosotros tenéis que quedaros para seguir con vuestro papel y eso no es ninguna
ilusión.
— Seguir con nuestro papel… es curioso. Mi
conciencia está tranquila, no me importa acabar ya de una vez, pero sigo
pensando que algo más hay que hacer, que no todo está perdido, que todo lo que
hemos logrado no va a quedar en un saco roto y desaparecer su registro sin más…
— Ninguna
acción sea del signo que sea es inútil, siempre crea un registro por el que
tendremos que responder o presentar.
— ¿y a quien respondemos, a quien presentamos
ese registro?
— Primero
tiene que pasar por el filtro de nuestra conciencia, y según hayan sido el
signo de las acciones toca responder o presentar.
— Vanessa, nos
estamos hiendo por las ramas, por favor, aun tengo las raíces en esta tierra…
— A ti te preocupa que todo haya sido inútil…
puedes estar tranquilo, no ha sido inútil.
— Mira que llegáis a ser herméticos…
— Y sin embargo por lo que parece, todo el
mundo sabe quienes somos… Bruno, no podemos anticipar la historia ni el final
de ella porque no existe tal final.
— Paso a paso…
¿es eso?
Vanessa
simplemente sonrió, Bruno no quiso insistir más. En su fuero interno tenía
todas las respuestas, solo faltaba un elemento por descubrir y tenía que
hacerlo pronto, si no nada tendría sentido. Tomó de la mano a su hermana y se
dispusieron a salir de la guardería para dejarla en su casa. Vanessa salió a la
puerta a despedirlos, su rostro transmitía toda la serenidad del Mundo, pero
esta vez no sonreía. Bruno mientras empezaba a caminar, giró su cabeza para mirarla
con una expresión en sus ojos que quizás pudiera dar a entender que algo había
captado, se sentía en paz y tranquilo pero algo triste… Estaba un tanto
abstraído en sus pensamientos, hasta que su pequeña hermana le dio un pequeño
tirón en la mano...
R.P.I. 02/2013/1807 B-387-13
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