Cae la lluvia, fina, persistente
como lágrimas que derriten nubarrones…
La tierra se empapa de su gloria
y las semillas se abren al compás.
Llegaran los frutos deseados
al abrigo de la primavera
entre cortinas de colores amados.
No podrán las afligidas tormentas
detener la magnitud del milagro.
La vida es más fuerte que el trueno,
que anuncia los rayos que devastan.
Mientras exista la primavera,
siempre brotará la esperanza.
Mientras cuidemos las semillas
nunca faltará el color y la confianza,
manteniendo el equilibrio,
de esta vida… que es balanza.
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