Bendita
esa sonrisa,
que parece no tener prisa.
está hecha de luz,
respira calma, calidez
y asombra por su sencillez.
Cuando
caminas…
suenan los cascabeles
que anuncian tu alegría.
Enamoras
en tu andar
y sanas con tu mirada
clara, diáfana como tu verdad.
Naciste,
así algo diferente
pero llevabas la vida en la frente.
Das mucho
más de lo que recibes
porque es abundante, lo que percibes.
Tus rasgos
no engañan
y si en cambio nos enamoran.
Dijeron al
nacer, que era un síndrome
y fue con el paso de los días,
que llegó a ser, algo más que sublime.
Bendita
esa sonrisa…
que parece no tener prisa.
y gracias por toda la verdad
que se refleja en tu mirada.
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