viernes, 6 de enero de 2017

Cuando la ilusión y la "magia" supera a la ficción. Los "Reyes Magos"


   Recuerdo el primer regalo que me trajeron los “reyes”, tendría entonces unos seis años, era una pelota de fútbol roja y reluciente... dormí con ella hasta que perdió el color. Pero ese regalo no era nada comparable a los que solía recibir justo un año antes.

   Mis padres, por obra de la inmigración interior, se trasladaron de Aragón a Catalunya en busca de trabajo. Durante las primeras semanas, estuvimos acogidos pero malviviendo en el altillo de un almacén que nos dejaron unos familiares. Entre bultos y cortinas que delimitaban nuestro espacio transcurrieron esos días. Sucedió una mañana algo que me pareció mágico; colgando de un hilo, a la altura de un ventanuco que daba claridad al altillo, una pequeña figura de plástico en forma de indio de  las praderas, se bamboleaba rompiendo el haz de luz. Tembloroso, me atreví a cogerlo. Al día siguiente sucedió igual, pero esta vez era un vaquero con pistolas y todo… Cada mañana, al despertar, buscaba extasiado ese mágico regalo, así hasta completar toda una tribu de indios y un buen grupo de vaqueros. Nunca supe de donde provenía ese hilo oscilante con la pequeña figura atada en el extremo, ni quien obraba ese “milagro”…fue mi madre quien me explicó, que si a veces sucede algo mágico, es señal de que alguien, desde el cielo, vela por nosotros.
   Ahora, que ya voy “pa viejales”, no me atrevo a entrometerme en la ilusión de los niños, ni a desbloquear el sentido de esa magia… dejando de lado la desmesura, sigo creyendo en los “Reyes Magos” 


No hay comentarios:

Publicar un comentario