Estas siglas hacen referencia a las Experiencias Cercanas a la Muerte … Es un paradigma
como a veces, dejamos de lado ciertos aspectos relacionados con experiencias
personales, bien sea porque no las entendimos en su momento, o porque dimos por
hecho que nadie nos entendería al explicarlas.
Dicho
esto, en el ámbito de las relaciones humanas, a veces, en un ejercicio de
confianza, nos atrevemos a explicar lo que parece inexplicable, para luego
darnos cuenta que no somos los únicos que han experimentado algo parecido. Esto
ocurrió hace un tiempo con un conocido. El me relató lo sucedido tras o en el
momento de un accidente de moto que tuvo. Antes de darse la “castaña” decía él,
en el breve intervalo desde que empezó a perder el equilibrio en la calzada de
una autopista, revivió punto a punto toda su experiencia vivida hasta el
momento, como si fuera una película de hechos transcendentes pasada a toda
velocidad pero nítida y clara. Tras eso, solo recuerda que tras pasar por una especie
de velo oscuro, estuvo presente en todo momento en los intentos de reanimación
de su paro cardiaco, pero desde una perspectiva incorpórea, expansiva y elevada,
dentro de la ambulancia.
Por supuesto que sobrevivió al accidente pero con algunas secuelas… solo
así le pude contar que yo también pude apreciar la película de mi vida, en
breves segundos, mientras el automóvil que conducía no paraba de dar trompos,
en un día de lluvia, sin saber si acabaría estrellándome o no… pero es que
además, le dije, cuando yo tenía nueve años, una moto me atropelló cuando iba a
recoger una pelota en la calzada. Me lanzó a los aires, y sufrí una fuerte
conmoción cerebral. En ese momento, noté como mi conciencia se expandía y desde
un plano elevado observaba mi cuerpo tendido y con multitud de gente
rodeándome, sin atreverse a tocarme. En un momento dado, recobré el sentido y
eché a correr atemorizado por la experiencia, solo sé que llegué antes que
ellos a casa, y de ahí al hospital.
Pasa el tiempo… se suceden los años, y un día, compruebas que el
fenómeno de la E.C .M.
es algo muy común y contrastado desde hace tiempo, mucho tiempo, observado
desde las dos vertientes que siempre nos acompañan a los seres humanos, la
materialista que lo niega todo o lo deriva y la espiritual que lo magnifica, pero
siempre desde una perspectiva muy heterogénea de dudas y recelos, verdades a
medias y certezas.
Lo que
yo sí llego a plantearme sin ninguna clase de duda, es que nuestra existencia tiende
a estar vacía si no la acompañamos de una cierta sensibilidad… como tampoco
tengo dudas de que solo a través del conocimiento humano y su propia evolución,
llegaremos a desvelar los misterios que siempre nos han acompañado, nos
acompañan y nos acompañarán a través de nuestra existencia física.
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