Sin que lo expuesto sea un paradigma, si que nos da la base para pensar
en que existe una diferencia entre ser listo o ser inteligente.
Si nos atenemos a la etimología de ambas palabras, en lo que respecta a
“listo”, yo me quedaría con el origen godo: “Listeig” cuyo significado es
“astuto” .Y en cuanto a “Inteligente” no tengo dudas que es aquel que “sabe
escoger y leer entre líneas”.
No quisiera meterme en un “Jardín” sin saber cuidar las flores, pero no
es difícil entender, quizás porque se hacen notar más, que abundan mucho más
los listos que los inteligentes. La inteligencia es paciente, observadora,
efectiva y sobre todo autónoma. Los listos, pues saben emplear la dialéctica y
sobre todo aprovecharse del esfuerzo de los demás para obtener resultados. Los
listos buscan siempre la ventaja y el oportunismo para sacar el máximo provecho
a sus intereses.
El listo, es como el cuento del panadero que cobra pero no hace el pan,
y el inteligente es el que lo entiende. El listo es astuto, pero si se pasa de
rosca al final cae. El inteligente entiende que todo acaba cayendo por su
propio peso.
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