Nota: Parte 1 (Junio) - Partes 2/10 (Septiembre) - Partes 11/19 (Octubre)
Partes 20/30 (Noviembre) - Partes 31/37 (Diciembre) - Partes 38/46 (Enero) - Partes 47/48 (Febrero)-
... Nadie sabía
cuanto tiempo sería el considerado por el extraño gobierno para reflexionar, ni
tampoco estaba claro si la reflexión era unilateral o común. Era posible que al
salir de sus refugios ellos esperaran encontrar el terreno libre, árido y sin
personalidad, donde los humanos sobrevivientes fueran simples despojos.
Pero los diferentes tipos representantes
de ese gobierno que pasaron por el pueblo, no explicaron si también se encontraron al salir de sus agujeros, con otros focos parecidos a Ramu en su organización. Quizás Ramu no fuera la única isla en el basto océano del descontrol. Quizás no estuvieran solos, lo cual representaba una esperanza, pero como contactar con esos posibles focos
si no conocían la ubicación y en consecuencia la distancia que les pudiera separar. Bien pudiera
ser que ese gobierno en las sombras, tuviera ante sí más de un problema de ese
tipo sin que tuvieran bien definida la solución.
Pasaron
algunos días, los suficientes para después de una movida el agua pareciera
volver a su cauce. Bien es cierto que la incertidumbre, cuando ataca, hace
dudar, pero salvo esos breves momentos el pueblo nunca había dejado de
funcionar. Todo el mundo centrado en sus quehaceres, sin olvidar la sonrisa,
sin desesperar y confiando en que la cordura se instaurara en sus opuestos.
Seguían amortiguando la radiación solar y disfrutando de una existencia
equilibrada. Todos soñaban con la posibilidad de que fuera posible regular las
graves deficiencias medioambientales en el planeta, inspirados en actuaciones
como las suyas. La comunicación era para ellos como el respirar y en muchas de
sus tertulias aparecía la palabra esperanza, entendían que en los momentos
difíciles se hacía difícil vivir sin ella.
Bruno se
mostraba inquieto, en más de una ocasión había intervenido en la asamblea de su
sector para opinar sobre la necesidad de hacer algo más que esperar. Porqué no suponer que existían poblaciones en condiciones sino similares si parecidas a las
suyas, era necesario averiguar algo más. La respuesta a sus intervenciones, era
que no se podía buscar una aguja en un pajar ni lanzarse a una aventura
ciega. Por su cuenta, Bruno había
intentado sondear al teniente Lorenzus y alguno de los soldados, pero éstos se
mostraban infranqueables, bien por ser fieles a unas órdenes o porque en
realidad no tenían ni idea de si existían otras poblaciones donde se
manifestara el equilibrio.
Si por él
fuera, ya habría intentado escapar del control existente en el perímetro del pueblo, para adentrarse en lo
desconocido, pero sus amigos y sobre todo Louise se habían encargado de frenar
sus ideas que entendían descabelladas.
— Imagínate Bruno que estás en una isla desierta en
pleno océano y decides lanzarte al agua en una balsa para buscar algo parecido
a lo que quieres encontrar…
— Si no quedara otra opción lo haría, confiaría
en la corriente y me dejaría llevar hasta alcanzar el objetivo.
— Me parece perfecto, pero te olvidas de algo
importante…
— Tú dirás
Louise…
— No es la única opción, y además tienes todas
las posibilidades de no volver a la isla y perderte en el océano.
— No está mal la metáfora, pero no estamos
rodeados de un océano, sino de tierra firme.
— Lo que tú
digas… vete si quieres, pero yo no puedo estar de acuerdo con esa idea porque
temo no volverte a ver.
— Bueno, es una posibilidad, pero y si logramos
contactar… tendríamos más fuerza ante esos extraños gobiernos.
— Bruno… no insistas, nadie te retiene, pero no
vayas en contra de la corriente, la opinión más generalizada es esperar.
— Esperar a qué… a que nos obliguen a marchar
de aquí.
— Si nos obligan nadie lo podrá impedir…
— A eso le llamo resignación…
— Pues me parece que no nos quedan muchas más
opciones…
— Entonces, ¿Dónde está la esperanza?
— En que de
una manera u otra nada acaba y todo continúa…
— Bonita
frase, pero es pura filosofía… y que me dices de Ramu, ¿que va a ser de nuestro
pueblo?
— De momento
seguimos siendo pueblo… nada podemos hacer para superar al mañana. Hemos de
esperar, si estamos haciendo todo lo posible, solo queda esperar.
— Quizás no estemos haciendo todo lo posible
Louise.
— Mira Bruno, según yo entiendo, hemos llegado
a un punto en donde ya nada depende de nosotros. Mantén por un instante esta
imagen en tu mente, un planeta colgado del espacio, nuestro planeta. Un pueblo
como Ramu, insignificante dentro de él… ¿Qué podemos hacer nosotros?
— Algo es más que nada…
— Ese algo se
topa con otras realidades mucho más sombrías… Esos tipos de las cavernas, están
justo donde estuvieron hace miles de años. De qué ha servido tanta evolución
tecnológica, si no hemos sabido conservar nuestro planeta…
— Nosotros
estamos demostrando que es posible hacerlo…
— Y de que
sirve si no nos escuchan…
— De nada, eso
está claro Louise… Entonces, ¿Qué hacemos?
— No
desesperar y confiar…
— ¿En que, en quienes?... Por ejemplo, esos
ingenieros, están aquí por algo, estoy seguro, y sin embargo no mueven ficha…
— Porque a ellos no les corresponde mover ninguna ficha,
son como unos invitados de piedra… Mira Bruno, yo como muchos, como seguro que
tu lo has hecho, nos hemos acercado, sabemos quienes son y hemos intentado
dialogar… y ¿que conclusiones hemos sacado?...
R.P.I. 02/2013/1807 B-387-13
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