De los
escombros nacerá
la buena
aurora,
y por
ende surgirá
su voz y
su frescura.
Cruza el charco,
disfruta
de su locura,
navega en
su barco.
Luego, vuelve y configura,
la luz y
el marco
de toda
su hermosura.
Cuando salga el sol
y la
bruma se aparte,
saldremos
del crisol
para ser
todos parte
de un
amor, sin armadura.
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