Algo
me preocupa enormemente… porque no se como añadir el apelativo.
Guarda
relación con las tragedias… cuando éstas las sentimos cerca se arma un alboroto
mediático y social. No importan del signo que sean, la tragedia puede implicar
a dos, diez, ciento cincuenta, o dos millares de personas, si éstas pertenecen
a nuestro mal llamado primer Mundo, consternan…
Cuando las tragedias son
lejanas, localizadas en ese mal llamado tercer Mundo, bien sea por causas
naturales, guerras o por indignidad, parece que estamos hablando de otra clase
de seres humanos. No importa que sean niños, ancianos, pueblos enteros los que
caigan en las redes del infortunio, no importa que caigan miles, ellos solo
parecen representar un número frío y nada más.
Nos preocupamos de mostrar el
rostro de los desgraciados en nuestro primer Mundo, y obviamos todo lo demás…
no me parece justo. Para el dolor y la tragedia siempre existe una razón… La Tierra , no deja de ser nuestro hogar, deberíamos
intentar encontrar sentido a tanta desgracia.
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