jueves, 9 de abril de 2015

Novela: "La lámpara en la penumbra" (Extracto)

   ... Me estaba dando cuenta que le estaba dando muchas vueltas a la cabeza, no paraba de pensar. Esta vez no me sentía tan relajado mientras viajaba al pueblo medieval. No podía evitar debatirme entre la rabia y la esperanza, entre el abatimiento y la lucha, entre buscar el ánimo o desesperarme. Quizás la vida tuviera un sentido, pero donde encontrarlo si  siempre nos han mentido. Siempre nos han manipulado con la religión, con la política, con la economía, con la información. Qué sentido podía tener ese sistema de vida si en gran medida todo era una farsa. Pero claro, yo no podía ser parte de esa mentira, yo tenía una identidad y un criterio y no quería, no podía renunciar a mi propia valía como ser humano. Yo no era un ser perfecto, estaba formado a partir de errores y desaciertos, pero no quería renunciar a mi imperfección porque la sentía auténtica. Estaba lejos de ser sabio y por ello no quería renunciar a mi ignorancia, el aceptarla era fundamental para crecer y conocer en el empeño de superarla. No, no podía renunciar a vivir, la vida todavía es un misterio para el ser humano, no todo se podía limitar al nacimiento y la muerte, a comer, fornicar y defecar. Todos somos algo más que un número con la etiqueta de individuos manipulables. Somos seres únicos y quizás irrepetibles en el orden de la evolución y merece la pena vivir por intentar aclarar ese misterio...

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