domingo, 16 de noviembre de 2014

Novela: "Pueblo de Ramu" (Parte 26)

Nota: Parte 1 (Junio) - Partes 2/10 (Septiembre) - Partes 11/19 (Octubre) - Partes 20/25 (Noviembre)


... LLEGAN LAS INTERROGANTES. 

Cuando Louise volvió de su patrulla de vigilancia en la carretera, lo primero que hizo fue buscar a Bruno, temía lo peor porque el sonido de las descargas de las armas había llegado nítido a sus oídos. En un principio, nadie de los integrantes de la patrulla dudaba de que la batalla hubiera sido cruenta en el bosque debido la intensidad  y  cadencia de los sonidos. Les extrañó eso sí su corta duración  y que tan pronto volviera el silencio después. Bruno fue el primero en tranquilizarla y en darle la buena noticia de que no se habían producido bajas entre los habitantes de Ramu. Marcharon los dos hacia la reunión general, pero en cuanto vieron el momento oportuno salieron de allí perdiéndose gran parte de la misma,  tenían la necesidad de hablar y estar juntos.

    Ya ha pasado todo…

    No parece tan fácil Louise, nadie sabe lo que ahora pueda discurrir por las mentes de esos tipos.

    Lo primero y según parece por el desastre que se han hecho ellos mismos, deben de estar algo asustadillos, ¿no crees?

    Sí, eso no lo dudo. Seguro que esa vibración también le llegó a ellos. Lo que no acabo de entender es su reacción… o quizás fue la niebla la que les desconcertó.

    ¿Y como fue vuestra reacción?

    No he tenido aún oportunidad de comentarlo con más gente, tranquilamente. En un principio solo puedo hablar por mí y algo por Carlos que en todo momento estuvo a mi lado. La verdad, es que esa vibración era soportable y la niebla fue una buena aliada. El instinto al oír los disparos fue agacharse y esperar a que acabara la tormenta. No se veía nada y nuestra reacción fue mantener la calma… era curiosa esa sensación de que lo que estaba pasando no tenía que ver con nosotros…

    Pues ya me dirás con quien tenía que ver…

    Es difícil de explicar… era como si una mano nos sujetara en la trinchera para que no interviniéramos, a Carlos le ocurrió algo parecido. Y luego… cuando todos nos encontramos en el claro para decidir que hacer, la sensación era de que en contra de estar temblorosos, nos mostrábamos más tranquilos de lo normal.   Lo extraordinario es que nadie de nosotros disparó un solo tiro, ninguno se puso nervioso.

    Pues te juro que allá en la carretera si estábamos nerviosos, llegamos a temer que hubieran bajas… y pensé mucho en ti.

La última frase de Louise estaba cargada de añoranza, sonó de manera más suave y tierna. Bruno no lo dudó un instante la cogió de la mano, la abrazó y le dio un emocionado beso. Louise aceptó las caricias, pero fiel a su carácter reaccionó con su entereza acostumbrada, había algo en ella que le impedía mostrar debilidad.

    Pero quiero que sepas, que por puro instinto sabía que estabas bien.

    Pensaste mucho en mí y sabias que yo estaba bien, luego no estabas preocupada, entonces… ¿por qué estabas nerviosa?

     Anda no me enredes… lo importante es que no te ha pasado nada, que nadie de los nuestros a resultado herido.

    Sí eso es importante…

Bruno adoptó un aire distante, totalmente teatral, como si las palabras de Louise no fueran con el. Se incorporó y se puso a andar lenta y cadenciosamente. Louise también se levantó, al llegar a la altura de Bruno, le miró a los ojos, sonrió y de manera inesperada le dio un coscorrón suave a la vez que le decía: “Tonto, sabes que te quiero” y a continuación echó a correr. Bruno salió tras de ella y cuando la hubo alcanzado, volvió a abrazarla y la besó con pasión. Encontraron un claro en el bosque lleno aun de sol del atardecer, de sombra y de esperanza. Todo estaba en calma, con la mayoría de la gente reunida en las instalaciones. Instintivamente decidieron desnudarse, deseaban sentirse  parte integrante de toda la naturaleza limpia que les rodeaba y así no fue difícil que tras dejarse llevar por sus sentimientos llegaran a fundirse en un solo cuerpo.

Luego se vistieron prudentemente, se encontraban bien así desnudos pero no dejaban de estar en una zona libre y expuesta a alguna mirada ajena que perturbara su intimidad. Bruno apoyaba su espalda en el tronco de un imponente pino y Louise estaba recostada en su regazo aceptando las caricias con verdadero placer. No hablaban, solo sentían. Miraban a puntos inconcretos, indefinidos, se dejaban llevar por unos momentos dulces y extraordinarios. Fue Louise la primera en romper el encanto con sus palabras.

    Bruno, tiene sentido que estemos enamorados… si no tenemos futuro.

    ¿Por qué dices eso?

    Se que debemos vivir el momento y todo lo demás, pero… ¿que es de nuestro futuro?

    Quizás no existe Louise…es una frase ya recurrente entre nosotros.

    Se que es mejor no pensar en eso… pero tu me entiendes lo que quiero decir.

    Claro que te entiendo… claro que te entiendo.

    Pues qué rabia no…

    Lo sé, lo se Louise… se que nos encontramos en una situación delicada, pero nadie nos impide pensar que como antaño sucedía, pudiéramos llegar ser una pareja normal, con proyectos y todo eso…

    ¿Y que significa todo eso Bruno…?

    Pues todo eso, es todo eso… formar una familia, tener hijos… ¿o no?

    Bueno eso sería hermoso… pero solo forma parte de los sueños.   

Quedaron otra vez en silencio, procurando no pensar y solo sentir los momentos dulces que estaban viviendo. El sol iba desapareciendo tras las copas de los árboles mientras se espesaba la penumbra con su carga de humedad, Bruno besó en la frente a Louise al tiempo que la invitaba a incorporarse.

    Louise, debemos irnos, vamos a coger frío.

    Que lástima que se haya ido el sol, se estaba tan bien.

    No te preocupes por el sol, tenemos el nuestro y por mi parte no voy a dejar que se apague.

    Bueno… yo también pondré de mi parte para que sea así.

Volvieron al pueblo, Bruno dejó a Louise en su casa y se dirigió a la suya. Cenó y se fue pronto a dormir. Carlos llegó un tiempo después a la habitación, el seguía despierto, en un estado de ensueño que fue fácilmente detectado por su compañero.

    Ey… todavía no estás dormido, creía que estabas cansado.

    No puedo dormir Carlos…

    Pues a juzgar por tu cara, no parece que sea un efecto postraumático tras la batalla.

    ¿Y que refleja mi cara según tú?

    Que estás… quiero decir, acaso está el caballero enamorado.

    … no puedo negarlo. Aunque, dime… como encaja el amor en todo esto.

    No entiendo lo que quieres decir Bruno.

    Somos jóvenes Carlos… y sin embargo no tenemos futuro.

    Ya… y que quieres hacer. Lo mejor que te puedo aconsejar, es que seas feliz con Louise mientras puedas. Porque es ella, ¿verdad?

    Sí es ella claro, quien va a ser… Pero hay algo más en lo que estaba pensando.

    Destapa la esencia de tus pensamientos, si quieres…

    Esta bien… Tú formas parte del equipo de cronistas de este pueblo. Se que recopiláis datos y los registráis, se supone que para dejar una huella.

    Sí algo así, no hay nada secreto, tú conoces ese proyecto como el resto del pueblo. Es necesario que quede una imprenta de nuestro comportamiento. Antes de que  todo acabe por torcerse, se habrán depositado esas crónicas en un lugar seguro… para que alguien aunque sea después de siglos pueda conocer esta realidad.

    Carlos yo eso no me lo trago, hay algo más… Anda dime, que pondréis como crónica de la batalla del bosque. Que hemos sido unos héroes luchando hasta la extenuación, que conseguimos parar al enemigo sin una sola baja. Que el enemigo era tan tonto que solo supieron dispararse entre ellos mismos.

    Sabes muy bien que no podemos reflejar eso, no se ajusta a la verdad.

    Y donde está la verdad Carlos… Que pasa con la niebla y con esa extraña y honda vibración. ¿Qué pondréis sobre eso?

    Se está estudiando que hacer y tú mismo podrás leerlo, como todo el mundo.

    Llevas tú aquí mucho más tiempo que yo, me vas a decir que no conoces la procedencia de esa extraña vibración…

    Podrás creerme o no, pero esa vibración es la primera vez que ha aparecido...

Se produjo el silencio en la habitación, el rostro antes ensoñado y pensativo de Bruno ahora reflejaba inquietud, pedía explicaciones e intentaba descubrir la verdad de lo que en realidad estaba ocurriendo en Ramu. Carlos intuyó rápido lo que preocupaba a su compañero e intentó ayudarle...

R.P.I. 02/2013/1807 B-387-13

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