domingo, 30 de noviembre de 2014

Novela: "Pueblo de Ramu" (Parte 30)

Nota: Parte 1 (Junio) - Partes 2/10 (Septiembre) - Partes 11/19 (Octubre) - Partes 20/29 (Noviembre)

... Sejo, todo eso lo sabemos… pero necesitamos tu opinión sobre el asunto del helicóptero.

—  Ya lo he indicado antes, ese helicóptero representa el principio del fin de toda esta historia. Significa que están saliendo de las entrañas de la tierra para recoger a los esclavos, ya tienen lo que querían… un planeta solo para ellos.  Creéis acaso que todo lo que ha acontecido las últimas décadas es casual… nada de todo ello lo es. Ni las guerras por la energía, ni las quiebras económicas y sociales, ni las epidemias… todo ha sido orquestado para reducir la población, ahora los sobrevivientes seremos sus esclavos y por supuesto que cuando se conozcan muchas identidades de entre nosotros, lo más probables es que seamos eliminados.

— Es espeluznante lo que relatas…  

— Lo es…

Los miembros del comité tras oír el relato de Sejo, se dirigieron a otro de los allí presentes.

—  Yuko…

—  Podéis entender lo que es un militar… un sujeto destinado a cumplir órdenes. En mi caso ocurrió que yo entendía que era posible ser militar y además digno… pero la dignidad era algo totalmente opuesto a las órdenes… creía… creía que estábamos ayudando a la población. Cuando entendí que todo era una miserable estratagema para eliminar gente y luego esconderse en un agujero, me escapé… nunca pensé que fueran tras mi familia y la eliminaran… nunca lo pensé…

El militar se dejó caer en la silla completamente abatido… hacía mucho tiempo que no pensaba en ese dramático pasado, respiró hondo e intentó continuar con normalidad.

— Yuko… ¿estás bien?

—  Es imposible huir de los recuerdos… sí, ya nada de todo eso se puede remediar. Se lo que me vas a preguntar… ese helicóptero representa el fin, estoy completamente de acuerdo con Sejo… En cuando lleguen aquí, seremos identificados y muchos sobraremos por molestos… como es mi caso.

—  Rosbec…

—  Yo he estado allí… es impresionante.  Kilómetros y kilómetros de túneles amplios y anchos. Muchos de ellos comunicados por líneas férreas o pistas de conducción… He visto como introducían toneladas de alimentos se supone que imperecederos, incluso pude observar una especie de invernaderos especialmente iluminados donde cultivaban  vegetales. Es un mundo subterráneo difícil de imaginar… zonas de ocio, tecnología punta que se escapaba a mi razonamiento, inmensas naves donde se guardaba todo tipo de armamento… pude ver tanques, aviones, helicópteros y arsenales. Todo eso lo observé por el rabillo del ojo, mientras trabajábamos. Al principio todo eran buenas palabras dentro de un máximo secretismo… pero cuando se empezaron a denegar los permisos para salir, entendí que éramos esclavos y no se porqué razón intuí que cuando ya no nos necesitaran seríamos eliminados. Me invadió el miedo y la angustia… aproveché un descuido y me introduje entre los escombros de un enorme volquete, así pude salir de allí y reencontrarme con mi familia para no dudar en huir… Todo lo demás fue una odisea, sabía que en cuando detectaran mi falta me buscarían… aún no se como conseguimos llegar hasta aquí…

El representante les miró a los ojos uno a uno y les planteó un interrogante.

— ¿Y bien…?

Yuko, el exmilitar no dudó en responder.

—  Dudáis acaso de donde ha salido ese helicóptero… estamos jodidos, muy jodidos…

Se produjo un silencio revelador… No había dudas entre los allí reunidos. Decidieron que se transmitiría no solamente los relatos de las tres personas, sino la impresión de que existían indicios sobre que el helicóptero militar proviniera de las bases secretas… pero la decisión a tomar iba a estar en manos del pueblo de Ramu.

Apremiaba decidir que hacer ante una situación que amenazaba por desbordarles. Ramu había logrado ser un pueblo libre, que funcionaba en orden no solo por la voluntad de sobrevivir sino por la necesidad de ser solidario. Un pueblo donde no existía el dinero ni la propiedad privada ni mucho menos el poder, todo lo contrario a la sociedad que parecía haber sucumbido pero que todo indicaba que cual ave Fénix estaba dispuesta a renacer de sus cenizas una vez saliera del agujero donde parecían estar refugiados.

Todo el pueblo, expectante, se reunió en el campo de deportes para ser testigos de una asamblea que prometía ser transcendente para su inmediato futuro. Se relató la opinión de los tres testigos que fueron requeridos y se determinó un turno de preguntas… que facilitara una toma de decisiones.

Estaban acostumbrados a ese tipo de reuniones, sabían que no había prisa por decidir y que todo el mundo tenía derecho a ser escuchados. Eran dos mil personas, inquietas por su presente y temerosas por el futuro. Por primera vez en mucho tiempo, el fantasma de la incertidumbre se había aposentado en su ánimo, ahora ya no valía el aquí y ahora sino que hacer con el mañana… Hubo diversidad de opiniones,  pero se llegó a una conclusión… el helicóptero si algo representaba era una seria amenaza. No dudaban de los relatos escuchados y entendían que era fácil que al ser localizados llegara el fin de Ramu, por lo tanto era preciso acrecentar las medidas para evitarlo… Sin embargo un pequeño grupo de personas discernían sobre las medidas a adoptar, daban por hecho que tarde o temprano serían localizados, opinaban que era preciso estar preparados para algo irremediable, ya no iban a luchar contra unos desesperados sino que lo harían contra gente bien organizada a la que resultaría imposible vencer… Y aunque la opinión general era la de proteger su libertad, ese pequeño grupo dudaba sobre si lo mejor sería entregarse. Esas dudas provocaron polémica, con el riesgo de crear una especie de encrucijada difícil de resolver.  

Habida cuenta de que existían dudas, se aprobó por unanimidad dar un par de días de reflexión. Transcurridos los cuales se realizaría un nuevo contraste de opiniones, si no se conseguía la unanimidad no quedaría más remedio que redactar propuestas y volver al antiguo sistema de juego democrático, la votación. Eran muchos los que entendían el peligro de ese juego… como tal, si unos ganan otros pierden y eso en la naturaleza social de Ramu representaba un grave peligro.

Por primera vez en mucho tiempo el pueblo se encontraba alterado, ya no sonreían con la facilidad acostumbrada y parecían estar algo descentrados. Daba toda la sensación de que el vuelo del helicóptero había conseguido hacer peligrar  el orden establecido de una manera natural hasta el momento.  Bruno asistió al acontecimiento junto a Louise y ambos no pudieron abstraerse del clima de incertidumbre. Como sea que al sol aún le quedaba un tiempo para orientarse hacia su descanso, ambos decidieron que lo mejor sería despejarse dando un paseo por el bosque. Nada mejor que la naturaleza para recuperar la serenidad, allí bajo la copa de los árboles, con el sonido suave y placentero del viento meciendo las hojas, respirarían la paz que ahora notaban amenazada...

R.P.I. 02/2013/1807 B-383-13

No hay comentarios:

Publicar un comentario