Estamos acostumbrados a ver las estrellas, pero no a que nos
veamos como una estrella más…. Carl Sagan publicó en el año 1994 “Un punto azul
pálido”. Le inspiró una fotografía de la tierra tomada el 14 de febrero del
1990, por la sonda espacial Voyager1 desde una distancia de seis mil millones de
kilómetros: Les muestro un breve extracto de su obra:
…“La tierra es un escenario muy pequeño en la vasta arena
cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y
emperadores, para que, en gloria y triunfo de qué pudieron convertirse en amos
momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades
cometidas por los habitantes de una esquina de ese pixel sobre los apenas
distinguibles habitantes de alguna otra esquina. Cuán frecuentes sus
malentendidos, cuán ávidos están de matarse los unos a los otros, cómo
fervientes son sus odios. Nuestras posturas, nuestra imaginada importancia, la
ilusión de que ocupamos una posición privilegiada en el Universo… Todo eso es
desafiado por este punto de luz pálida. Nuestro planeta es un solitario grano
en la gran y envolvente penumbra cósmica. …”
“Nuestra responsabilidad es tratarnos los unos a los otros más amable y
compasivamente, y de preservar y querer ese punto azul pálido, el único hogar
que hasta ahora hemos conocido”…
Tras leer esto y observar el rumbo que llevamos, me
pregunto: Dentro de la vasta extensión del Universo, ¿Cómo podemos ser tan
ingenuos, egoístas y pretenciosos para pensar ser los únicos que lo habitan? Y
de no ser los únicos como parece lógico, estoy seguro que no es nada
difícil que de esos posibles Mundos, la mayoría nos supere en aspectos morales,
psíquicos, técnicos y científicos … ¿Es
la humanidad consciente de la forma en que progresivamente vamos deteriorando
el que sin duda va ha seguir siendo el hogar de nuestros descendientes?
¿Realmente nos merecemos cierta clase dirigente que se apoya en la ignorancia y
la mentira para conseguir sus nada nobles propósitos.?
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