Que mundo tan ingrato.
Que gente tan absurda.
Ellos caminan al paso
de un sistema equivocado.
Al que es noble, lo liquidan.
Al que es justo, lo aborrecen.
Del que es sensato, se burlan.
Siempre buscando el provecho
de su egoísmo acervado.
Siempre estando al acecho
del interés deshonrado.
Caminan abrazando la mentira
y como la lepra torturan,
la Tierra ya dolorida.
Tientan con su miseria,
turbando al noble carácter.
Cuesta ser honrado y coherente
entre tanto fantasma viviente.
Y cansa, vivir presionado
por todo el drama latente.
Si el color les delatara
su color nos cegaría.
Como cambiar al sistema...
como cambiar a esos hombres...
que hieren la vida sencilla
y con su fiebre, corrompen.
Adapta el poema a dispositivos moviles...
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