viernes, 1 de mayo de 2020

La peligrosa Ley de Darwin (Después de siete semanas)



   Parece, solo parece que poco a poco la epidemia va a la baja, lo que nos permite observarla en perspectiva. Cuando estaba en auge y las UCIS colapsadas, hubo un momento que temí lo peor, justo cuando se llegó a oír que se daba preferencia a los jóvenes y a los viejos se les dejaba de lado. Luego los medios de comunicación se esforzaron para hacernos ver que no, que no habría privilegios a la hora de sobrevivir y que se cuidarían las residencias de ancianos. Pero la triste realidad es que son ellos los que han llevado el peso mortuorio de la pandemia.

   Me recuerda este aspecto de la tragedia a la Ley de Darwin (Selección natural, sobrevive el más fuerte), podría aplicarse dicha ley también al espectro socioeconómico. Llevamos dos meses de paro en la economía, pero me parece que las empresas del IBEX35 no han sufrido en demasía, ni las grandes fortunas, ni los políticos, ni la corona, ni las instituciones como el ejército o la Iglesia. Para buscar sufridores, tendremos que orientarnos hacia los autónomos, empleados, pequeña y mediana empresa, pequeños comercios, parados, etc.

   La buena noticia, es que se demostró que la Ley de Darwin es errónea en muchos aspectos, dado que el poder, la fuerza, necesita del débil. Sin el débil, el poder y la fuerza no podrían sobrevivir. En la evolución entramos todos.
    

   Resumiendo, si en algo se puede caracterizar a una sociedad justa, evolucionada, es en la protección del débil. Y que curioso resulta observar, que en esta pandemia que no entiende de colores ni de clases sociales, son los supuestamente débiles, los que como siempre están dando el callo en primera línea. Y que curioso que ante una tragedia de este tipo, sea la sanidad, la ciencia quienes nos están salvando y no las empresas del IBEX 35 y compañía.


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