jueves, 30 de abril de 2020

El filtro (Después de seis semanas y pico)


   Una de las pocas cosas que nos ha “regalado” el confinamiento, es el tiempo. Dicen que el tiempo es oro siempre que lo sepas aprovechar. Vivimos una época donde las redes sociales vienen a ser lo que antaño era contar historias al calor de una lumbre, o buscar fantasmas traspasando la tapia de un cementerio.

   Hemos dejado de un lado lo local y próximo que no dejaba de ser entrañable, para adentrarnos en lo global y por lo tanto virtual, y tenemos tiempo, mucho tiempo. Pese a pertenecer a una generación, donde ni de lejos podíamos soñar en los avances tecnológicos y de comunicación que ahora tenemos, si que algunos hemos aprendido a movernos por las redes.

   Es tanto lo que podemos ver, leer, que no nos queda más remedio que usar el filtro que nos ofrece la particular manera de conceptuar la vida. Este criterio nos ayuda a eliminar mucha “basura” y a quedarnos con todo aquello que nos inspira y ayuda.  Es alentador comprobar, que el pensamiento nunca es único y que no se está solo en el amplísimo espectro de las ideas y las emociones.

Dado que en la actualidad nos ocupa la “maldita” pandemia… me he atrevido a recoger de las redes esta reflexión:


“Muchos tienen prisa por volver a la normalidad, pero creo que deberíamos usar este tiempo para reflexionar que partes de lo que antes era normal queremos volver a repetir. La vida nos ha dado la oportunidad de una pausa para cambiar todo aquello que nos estaba haciendo daño y orientarnos hacia algo mejor, responsable y sustentable”.  


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