miércoles, 29 de abril de 2020

"LÍO" El liberador (Después de seis semanas y pico)


   Hoy me apetece escribir sobre mi mascota peluda. Es un can entrañable, extrovertido, alegre, vital y sobre todo noble. Si nos remontamos un tiempo atrás, cuando las cosas aparentaban ser normales, cuando era habitual ver gente por el pueblo ya fueran excursionistas o visitantes, solía pasear con él y no era fácil porque continuamente se paraba ante la gente, no se bien si para saludarles o capturar alguna caricia. Era habitual que al llegar ante las casas de algunos vecinos, Lío insistiera en su deseo de verles meneando la cola y su esqueleto con vehemencia, hasta que ellos aparecían.

   Las cosas han cambiado en pocos días y ya llevamos tiempo así. Ahora Lío es el que nos libera del confinamiento, pero es curioso como al llegar a la calle se muestra extraño, percibe el silencio. Entonces se para y olisquea al aire como intentando entender lo que pasa. Busca con su instinto a gente y no la encuentra.

   Tengo una anécdota que contar: Ayer en mi paseo de la tarde ocurrió algo curioso.  Suelo andar  por un camino bordeando la riera, tendrá unos doscientos metros .Al llegar al final, doy la vuelta y como una costumbre, mas que ponerme a correr, troto soportando el peso de mis años con Lío atado en la correa. Pero esta vez no tenía ganas de correr así que me dispuse a volver andando. A mi colega no le debió de gustar la idea porque decidió pararse y no avanzar. Los dos nos quedamos en  bucle, hasta que él tomó la iniciativa para liberarme de la apatía, mordió la correa por el asa de cuero y me incitó a correr. No empezó hasta que yo tomé con la mano la argolla que debería de ir anclada a su collar. La escena podría resultar cómica, un perro llevando de la correa a su amo.


Resumiendo, creo que en las circunstancias actuales y cuando todo esto acabe, que algún día ocurrirá, deberíamos incluir en los homenajes a todos aquellos que nos han ayudado, también a los canes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario