lunes, 6 de abril de 2020

Meditaciones: "Después de tres semanas y tres días"


   Esto parece que va para largo, nunca fue un secreto, se veía venir. Esta extraña y atípica situación, nos obliga a buscar información que nos tranquilice un tanto, y es entonces cuando nos encontramos con las versiones. Tenemos la oficial, la del gobierno, la que se supone más fiable y por lo tanto la que deberíamos creer. Pero es que además nos llegan infinidad de opiniones, remedios y noticias varias que no todas son fiables. Abundan las que son bien intencionadas y las que están cargadas de “mala leche” con el único objetivo de desestabilizar. Es una época donde más que nunca debemos esforzarnos en ejercitar el sentido común, para evaluar cual ha de ser nuestra posición ante la crisis.

   Es lamentable lo que ocurre, unos en casa confinados aunque nuestra voluntad fuera ayudar, y resulta que la mejor ayuda es esa, estar confinados. Y otros luchando a brazo partido en la frontera del miedo, con la única intención de ser responsables con la profesión que han elegido. Es tiempo de héroes que ejercen la solidaridad, y también de villanos esos que solo piensan en aprovecharse de la situación para joder al prójimo.

   No dejo de pensar en todos lo míos, ósea aquellos que forman parte de mi vida: Familia, amigos, compañeros, vecinos… soy muy “tocón” me gusta la proximidad y ahora estoy alejado de ellos, bien a larga distancia o a tres metros. Es lícito sentir añoranza de los besos, los abrazos y los apretones de manos, del toque en el hombro…para este déficit solo he encontrado un remedio que además suele ser harto contagioso… la sonrisa y el ánimo bien dispuesto, algo que nunca debiéramos perder.


   Ánimo a todos aquellos que ejercen la buena voluntad, se que llegará el momento en que nos volveremos a rozar, lo sé…pero tardará aún un tiempo.


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