En la línea del horizonte
se dividen dos azules
claro en el cielo,
turquesa en el mar.
esto es algo…
que nos hace pensar.
Nada, nada en el Mundo
es lo que parece…
Es imposible andar
siempre en línea recta,
y observar solo un color,
si no queremos ser secta.
El horizonte engaña
no separa, no divide,
es constante, siempre cambia
y nos incita a caminar
con el signo de la libertad.
La libertad, es poder aceptar
que existe la diferencia,
y con ello entender,
que el azul del cielo y del mar
no son únicos y pueden variar,
y que ir a alcanzar el horizonte
aunque sea una quimera,
es propio de alguien valiente.
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