viernes, 17 de junio de 2016

Novela: "El foraster" Parte 11

Pedrafosca, cuarta semana del mes de Octubre, 2015

   ...Sí, lo he pillado, he visto en la expresión de su mirada que está presto a rendirse y a contarme algo más de él, quien sabe si lo que deseo escuchar. Quizás sea la razón por la que se encuentra fuera de su banco de piedra y haya llegado hasta el pie del cerezo, con la vista hacia el pueblo… su pueblo, aunque siga siendo “el foraster”… quizás haya buscado un lugar que le desatascara del siempre lo mismo y al mismo tiempo le acercara a cierto tipo de reflexión…diferente. Sonríe con malicia y sin que yo le diga nada empieza a hablar.

    No te cabrees Roberto… estás haciendo bien tu trabajo… en absoluto es una mierda.
    Lo será si no me ayudas…
    Pienso hacerlo… con una condición… que quede entre tú y yo.
    Como se explica eso… si queda entre tú y yo no podré redactarlo.
    Eso es cierto… pero que carajo, tengo que contarlo.
    Vale… lo cuentas y qué…
    Eso luego se verá… lo que te voy a contar no se lo he dicho a nadie… a nadie.
    Y eso…
    La parca Roberto… la parca...
    Anda… explícate, por favor.
    ¡Qué demonios!... ¿tiene sentido que uno se lleve a la tumba sus secretos…?
    No lo se… eso es algo personal.
    No… no lo tiene… Sabes Roberto, ahora no tengo amigos…y si acaso he tenido alguno hace tiempo que escapó al más allá…conocidos eso sí…los que quieras.
    Vale… yo soy un conocido, supongo.
    Te conozco viejo… te conozco. Eres un buen tipo, no te casas con nadie, no perteneces a ningún grupito, has trabajado fuera del pueblo y no tienes absurdos intereses aquí en este agujero…siempre con tu familia,  escribiendo cosas que a muchos les importará un pijo, pero que tienen sentido… eres de fiar. Puedo contarte lo que necesito contar, antes de que me entierren… no, prefiero que me quemen, así volaré más fácil de esta tierra, así serás más fácil expiar mi cobardía… lo necesito, necesito contarlo…
    Vale… entiendo que confías en mí… puedes contar si lo deseas…
    Está bien… Sabes Roberto… en realidad no me siento soltero…
    ¿Qué quieres decir?
    Verás… Cuando marché a la ciudad, tras el cierre de la fábrica aquí en el pueblo…estuve trabajando en una Textil…
    Eso lo sabemos…
    Lo que no sabéis es que allí conocí a Azucena…viuda, de 43 años… era huérfana de guerra, como yo… quizás por eso congeniamos fácilmente. Nos queríamos, sí, nos queríamos y fuimos felices durante ese tiempo, aunque a más de uno no le gustara… Al año y medio quedó embarazada… En aquella época esa situación se podría interpretar como un escándalo… que vergüenza para los suyos… Azucena, viuda, a su edad y embarazada de un desgraciado…pero ella pese a todo quiso seguir adelante con su embarazo. Nos queríamos, puedo jurar que nos queríamos y mucho, pobre Azucena… Al poco tiempo la perdí a ella y al niño que llevaba dentro…murió en el parto…Su familia buscó culpables y tuve que huir, aquí, de nuevo al pueblo. Lo que podía haber sido una vida nueva junto a ella, terminó por ser un desastre.

      Paco bajó la mirada, se encogió como lo haría un armadillo refugiándose de un recuerdo doloroso…no podía continuar, sus últimas palabras se ahogaron en un sumidero de tristeza. Respeté su silencio, no quise ahondar en ese tema, que podía decir yo…a no ser que el continuara.

    Sirve de algo decir que lo siento…
    No, “paqué”… lo pasado, pasado está
    ¿Nadie sabe esta historia?...
    Nadie... y te guardarás bien de contarla…
    Estate tranquilo… esto no se va a publicar.

   Respiró hondo… levantó la mirada y se dispuso a continuar tras dar un ligero golpe con su cayado en el suelo.

    Todo aquello… que lástima, pudo acabar bien y ya ves…
    ¿porqué no acabó bien?… quiero decir…
    No te molestes en preguntar… para mí es muy sencillo y te lo resumiré en un poema de Machado y que aún queda en mi memoria:

                     “ Ya hay un español que quiere
                     vivir y a vivir empieza,
                     entre una España que muere
                     y otra España que bosteza.
                     Españolito que vienes
                     al mundo, te guarde Dios,
                     Una de las dos Españas
                     ha de helarte el corazón”

    ¿Como he de entenderlo?
    A ti que te parece… Que heredamos de la Guerra… una España beata, donde no cabían los sentimientos si estos no eran controlados por la tenaza de las circunstancias… No, eso no podía ser, topamos contra un muro de incomprensión, con un entorno social nada favorable… ¡Que carajo! Paco… ¡donde te metías…! una viuda, un embarazo, vivir en pecado sin estar casado…y encima se pierden dos vidas… ¡castigo de Dios!... que asco de tiempos aquellos, maldita sea… 
    Entiendo…
    ¡Quiá, que vas a entender… que vas a entender…

   Paco se mostraba frustrado y dolorido por unos recuerdos que habían aflorado a su memoria… unos recuerdos que sin duda yo había ayudado a desatascar, Se sumió en un silencio que me vi obligado a respetar… tras un pequeño respiro continuó hablando.
    Quien lo diría… que pese a estar tanto tiempo en este agujero… siempre he estado huyendo…
    ¿De quien Paco, se puede saber?...

   Meneó levemente la cabeza en vertical, a la vez que emitía un sonido respirando profundo desde el fondo de su nariz, luego osciló el cráneo en horizontal… estaba entre el sí y el no… quizás confuso, quizás rabioso…

    Quien sabe… de la Guardia Civil, de los fantasmas… de mi mismo…de la miseria y de la injusticia…
    Mira Paco… si quieres lo dejamos para otro día… no quisiera soliviantarte al provocar que afloren ciertos recuerdos…
    ¡Que carajo!... he tomado la decisión de contártelo todo…depende de ti que quieras escucharlo…necesito descargar… lo necesito.
    Está bien… quiero ser tu aliado siempre que confíes en mí.
    Confío… en quien no confío es… en fin, ya tu sabes.
    Se por donde vas Paco…
    Porqué te crees que esos cuatro tienen tantas posesiones…porqué crees que ambicionan tanto la mierda de poder que han podido conseguir…tenías que haber vivido esos años, los de la posguerra y los de la “posfábrica”…primero unos perdieron, pero lo perdieron todo y con suerte conservaron su vida…y quien crees que se quedó con lo poco o mucho que tenían…y luego las carencias, la falta de ingresos, la desesperación y como contrapartida te encuentras con el usurero de turno, con el especulador… te doy cuatro perras a cambio de la garantía de esas tierras, de esa casa…y que pasó… ya tu lo sabes…y los descendientes de esa gentuza ¿Qué han hecho?... nada, continuar con sus vidas, tapándose los ojos para no reconocer el pasado…
    Se habla de eso… se habla, Claro que siempre es preferible correr un tupido velo.
    Pues a la mierda ese velo…eso está ahí y corrompe la historia de un pueblo, de tantos pueblos…claro que todo eso no es nada nuevo…el ser humano es buitre a poco que pueda y le dejen…
    Pero también es digno Paco…
    ¡Quia!... todo es cuestión de ganadores o perdedores… tú has visto algo nuevo bajo el sol… somos iguales que hace siglos, no hemos cambiado…dejémoslo ya… otro día será, estoy cansado… ¿me acompañas a casa Roberto?
    Claro…

   Paco se incorporó torpemente… intenté ayudarle pero el se resistió con un gesto. Estaba claro que no necesitaba la ayuda y procuré adaptarme a su ritmo tambaleante, solo esperando que no resbalara por la ligera pendiente húmeda de tierra y hierba…Observé las primeras casas del pueblo, solitario en el atardecer de un martes de Octubre y entonces percibí claramente su intención…él quería que nos vieran los que escudriñan desde el oscuro pozo de su conciencia… que temblaran de incertidumbre por lo que él me pudiera estar diciendo…y a la vez, como si fuera un reflejo de la inspiración, entendí que me estaba metiendo en un buen fregado…no podía quejarme, yo lo había querido así...


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