sábado, 25 de junio de 2016

Novela: "El foraster" Parte 18

Toulouse, a finales de Noviembre, 2015

      ...Martí hijo se alejaba con pasos firmes y decididos del lugar… giré mi vista hasta el hoyo número uno marcado con cintas y varillas tras haber sido ampliado tras la nueva excavación, allí perfectamente alineados, uno junto al otro, como si hubieran sido colocados con algún signo de decoro, se encontraban los cuatro esqueletos. Los voluntarios no paraban de cepillar con sus pinceles los huesos y su periferia con sumo cuidado en busca de ansiados vestigios que no tardaron en aparecer… Es curioso como la ropa se desintegra con el tiempo, solo los huesos y escasos efectos metálicos suelen perdurar. Alguna moneda, dos anillos, trozos de plomo que seguramente debían pertenecer a las balas que quedaron incrustadas en los cuerpos y varios botones. Tan pronto uno de los voluntarios hizo una señal de haber encontrado uno, me coloqué raudo a su lado para comprobar si tenía algún parecido con el que yo tenía en mi poder. El voluntario puso esmero en limpiarlo con sumo cuidado y hubo suerte, era posiblemente de nácar y con un tamaño y posición de los orificios muy similar al que  madre en su día me entregó como muestra…
   Mas tarde llegó el forense junto al juez, realizaron varias fotos del lugar y sin más nos indicaron que realizarían el pertinente informe a la espera de que las pruebas pudieran determinar la identidad de los fallecidos… También llegó el profesional del laboratorio que habíamos contratado para que recogiera muestras de los huesos o de algún posible tejido todavía existente para contrastarlo con las pruebas de ADN… Fotografiamos la fosa, los esqueletos y todos los objetos encontrados y los conservamos debidamente protegidos en pequeñas cajas… Al día siguiente tras considerar acabados los minuciosos trabajos, dimos por finalizada la operación...  Una vez se hubieron realizado todos los trámites, tanto judiciales, técnicos como burocráticos, ya solo quedaba colocar con esmero los cuatro esqueletos en sendas cajas y trasladarlos a la morgue, donde permanecerían a la espera de que se resolvieran las identificaciones… Dimos orden al operario de la retroexcavadora para que rellenara las fosas y aplanara el terreno, dejándolo en parecidas condiciones a como lo encontramos y marchamos del lugar con la satisfacción de haber cumplido con nuestro deber.
    Semanas más tarde llegaron las buenas noticias… los anillos encontrados fueron determinantes para identificar a dos de las víctimas, las pruebas de ADN confirmaron la identidad de tres de ellas, incluida la de mi abuelo y tan solo una de las cuatro presentaba dudas, pero que se determinó resolverlas ante los indicios y la constancia de las identidades de los que en su día fueron trasladados del hospital hasta el lugar de su ejecución… El juez por fin determinó que se podía entregar las cajas con el contenido de los restos mortales a sus respectivos familiares.   
   Por aquellas fechas yo estaba en Toulouse junto a mi madre y ambos teníamos claro lo que hacer con los restos de mi abuelo, serían depositados junto a los de mi abuela en el nicho del cementerio de Montjuïc en Barcelona, nos pareció moralmente lo más justo, pero no sin antes brindarle un homenaje público… allí estaban  miembros de diferentes organizaciones relacionadas con la memoria histórica tanto de España como de Francia, afiliados a partidos republicanos, algunos políticos de signo izquierdista y mi madre que por supuesto también fue homenajeada… Ya de vuelta a nuestro hogar, mientras realizábamos el trayecto en coche, tuvimos una conversación mi madre y yo donde quedó claro por parte de ella que no todo estaba acabado… y eso que yo pensaba todo lo contrario… deseaba tanto que ella por fin ella estuviera en paz.

    Hijo… todavía tienes trabajo…
    ¿A que te refieres Madre?
    Queda un Molina por identificar…
    ¿Te refieres a tu hermano?
    A quien si no…
    Huf...… ahí topamos con una dura piedra madre… me temo que no es fácil de resolver ese asunto, no tenemos tantas pistas como en el caso de tu padre.
    Si que las tenemos y tú lo sabes…
    Son pistas muy vagas… ¿Qué sabemos, que sabemos de tu hermano?... que luchó en el frente del Ebro al final de la guerra…que posiblemente murió…que sus restos junto a centenares fueron depositados en enormes fosas comunes… que de esos restos la mayoría fueron trasladados en su día al Valle de los Caídos…¿Qué más que eso podemos saber?..
    Tenemos esa foto de la maleta mexicana de Robert Capa que nos confirma que mi hermano estuvo luchando también en el frente del Segre… y casualidades de la vida quizás… mira la página de este periódico que ha caído en mis manos.

   Me enseña un periódico de ese mismo día y lo abre en la página indicada… observo el título del artículo firmado por un periodista sobre los trabajos de una historiadora: “Nuevas listas de catalanes en el Valle de los Caídos” y leo algo que en principio ya conocemos: “ El 30 de Mayo de 1958 apareció en la prensa española un anuncio en el que se informaba de la posibilidad de pedir el traslado de los restos de familiares fallecidos durante la Guerra Civil, del bando franquista o del republicano, al Valle de los Caídos.  La única condición es que fuesen de nacionalidad española y de religión católica. Eso excluyó a los combatientes de las Brigadas Internacionales y a la Guardia Mora. Muy pocos civiles atendieron a esa demanda y entonces se decidió el traslado obligado de los fallecidos en el campo de batalla enterrados en fosas comunes o cementerios. Entre 1958 y 1968, se trasladaron más de 33.000 cadáveres
 (28.000 franquistas y el resto republicanos). Los traslados masivos de restos se realizaron en camiones militares que los recogían de las distintas fosas. Los llevaban en cajas de madera de pino para quince cadáveres, donde se mezclaban los huesos y con unos listados por grupos que impedía la identificación individual””… Contando que mi tío, el hermano de mi madre fue bautizado y en el caso de que constase su fallecimiento en combate, cabe la posibilidad de que sus restos yazcan en el Valle de los Caídos según esa referencia histórica…Sigo leyendo lo que hasta ahora no me presenta novedad alguna: “Se ha rastreado en los archivos locales y localizado por primera vez listas de los soldados exhumados y los certificados individuales que se debían enviar a las familias para informarles del lugar de inhumación en las criptas de la basílica del Valle de los Caídos madrileña. También se han podido localizar incluso los papelitos de filiación de cada soldado, que de acuerdo con una orden franquista se ponían dentro de botellas de vidrio enterradas junto a los soldados muertos”… Bueno pienso entonces al leer las últimas líneas — esto si que puede ser interesante—, mi madre no tarda en sacarme de la abstracción:

    Bien hijo, ¿Qué piensas hacer?
    Poco, poco se puede hacer creo…
    Pues crees mal… ya estas tardando en hacerte con esas listas… quizás ahí figure el nombre de mi hermano.
    Ya… ¿y eso en que nos puede ayudar?
    Por lo menos en saber que es allí donde reposan sus restos…
    Flaco favor el saberlo… aunque encontrara su nombre en las listas, jamás podríamos recuperar lo que quede de él… y solo tendríamos un mal sabor al pensar donde está enterrado… personalmente hubiera preferido que sus huesos continuaran donde en principio se encontraban.
    Pero… es que no lo sabemos, no sabemos si él murió… solo tenemos sospechas y ninguna evidencia clara, solo tenemos eso.
     Madre… si él hubiera sobrevivido te hubiera encontrado, te hubiera buscado hasta en los límites de la tierra, tal como tú lo estás intentando. El, tú hermano, está muerto o desaparecido, como prefieras… igual, igual que miles de combatientes a los que no se les ha podido identificar.
    No hijo no…no me conformo, quiero estar segura, quiero saberlo antes de que se acaben mis días en esta Tierra… quiero sacar de mi cabeza ese presentimiento.
    ¿Qué presentimiento madre?
    Que el está vivo… o que si ya esta muerto él sobrevivió a la guerra.
    Mamá…está bien, lo haré por ti… no le des más vueltas buscaré esas listas, ¿de acuerdo?
    De acuerdo hijo.
    Y digo yo… ¿Qué pasará si tu hermano Vicente Molina Gallén no se encuentra en esas listas?
    Pasará que no nos hemos detenido, que hemos dado un paso más… que lo hemos intentado y que seguimos luchando hijo.
    Bien madre… como tú dices, seguimos en la lucha.

   Ya no hablamos más del tema durante todo el trayecto hasta llegar a Toulouse, dejé a mi madre en su casa y continué hasta la mía. Estaba claro que mi trabajo aún no había acabado, no quedaba más remedio que hacerse con esas listas, por la gloria de mi madre...


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