Pedrafosca,
Provincia de Barcelona, año 2015
Rebelde con
causa pero sin resultados, es así como me siento… He trabajado toda mi vida en
lo que no me atraía, quien sabe si por cobardía, quien sabe si es porque la
vida te inclina hacia un lado y tu no sabes ir hacia el otro. Siempre contra
corriente, siempre topándome con una realidad que no me apetecía, siempre
intentando cambiar esa realidad a base de golpes desafortunados.
Que importa
eso ya… ahora estoy jubilado y puedo dedicarme a lo que más me interesa,
escribir… En el pueblo ya me conocen, quizá por eso Lucía, la nueva regidora de
cultura del ayuntamiento ha solicitado mi colaboración… dice que tiene una
idea.
Me siento
extraño, no se si es porque estoy liberado… es como si salieras de un pozo, de
un castigo y te encontraras de frente con el horizonte despejado, pero ya en el
último tramo de tu vida… bueno, eso está bien, uno puede acostumbrarse a la
libertad, aunque sea vigilada por un entorno hostil que intenta aprisionarnos
para que no escapemos del redil. La sociedad no es libre…
Sumido en mis
reflexiones, subo el último tramo de callejuelas hasta llegar al ayuntamiento…
¿Qué querrá de mi Lucía?
— Pasa
Roberto…quiero enseñarte algo.
— Soy todo
vista y oídos.
— Tengo mucho interés en actualizar la página
Web del ayuntamiento, ahora está dormida y quiero que despierte de una vez.
— ¿Es esa tu
idea?
— Bueno…tenemos
la herramienta, pero necesito algo para dinamizar el “patio”
— ¿Qué
intentas decir?
— Quiero tu
colaboración… conozco lo que escribes, y
me gusta.
— ¿Qué clase
de colaboración?
— Quiero… que
muestres algo de la historia del pueblo.
— Vamos Lucía…
no vayas por ahí, soy el menos indicado, no llevo tanto tiempo aquí, y además
sabes de sobra que esto ya está muy trillado, mucha gente ha escrito sobre el
pueblo, existe infinidad de documentación.
— Lo se… pero
yo busco otra perspectiva… algo más intimo, mas personal.
— No se… no
se… no me parece buena idea, lo siento.
— Mira
Roberto… no te retraigas ahora. Yo te cuento y luego tu decides, no existe
prisa alguna, solo es una idea.
— Bien…
explícate.
— Se trata del
foraster.
— Te refieres
a Paco… que ironía,
— ¿Por qué lo
dices?
— No nada,
cosas mías… estaba pensando que en este pueblo, todo aquel que no ha nacido
aquí lo consideran un forastero, tú y yo lo somos, y Paco también lo es, aunque
lleve residiendo en Pedrafosca 76 años.
— Aquí está lo
interesante… somos forasteros, pero a ti te llaman Roberto el de “Cal Roca”, a
mí Lucía “la maestra”… pero Paco es el “foraster”, el único al que se le llama
y se le ha llamado siempre así…La idea es que mires de conseguir algo de él,
que te cuente retazos de su historia ligada al Pueblo, pero desde tu propia
perspectiva... además, piensa que es la persona más longeva que está
empadronada… no deja de ser un homenaje hacia su persona.
— Has dicho
bien que intente de conseguir algo de él… es difícil, tiene fama de tosco, de
malhumorado… no se, no se.
— Bueno, pero
tu te llevas bien… os he observado a menudo hablando.
— Ya, pero de
cosas intrascendentes…
— Vale… yo te
muestro la idea, no hay prisa… tu decides.
— Bien, lo
pensaré… quedamos en que no hay prisa, ya te pondré al corriente si hay algo.
Ahora subo,
ahora bajo, así es el pueblo, sumido en callejuelas sobre una pendiente que da
a una riera… El pueblo es antiguo y como tal tiene su historia, pero no es
diferente a tantas otras historias de tantos otros pueblos. No veo nada nuevo
en ello, máxime cuando como le dije a Lucía mucha gente ya se ha interesado en
mostrar signos de esa historia desde diferentes perspectivas… quien sí es
diferente, como todos los somos, es Paco… quien sabe, lo pensaré...
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